
VER RESUMEN
Herramienta desarrollada por BioBioChile
Según el 4° Índice de Conocimiento Financiero de Cadem, solo el 25% de los chilenos asegura saber mucho o bastante sobre temas económicos, mientras que un 42% admite conocer poco o nada. Destaca la disminución en la comprensión de instituciones financieras como la CMF. Expertos como Isidora Rojas de Fundación Entrepreneur y Lucrecia Salim de Finfit enfatizan la importancia de la educación financiera para mejorar la relación con el dinero y disminuir el estrés financiero.
Pese a la existencia de un amplio mercado de productos financieros, como tarjetas o líneas de crédito, solo el 25% de los chilenos admite saber mucho o bastante de temas económicos, según el ‘4° Índice de Conocimiento Financiero’ realizado por Cadem en 2024.
Del total de los encuestados, un 42% comentó conocer poco o nada de la materia, destacando una disminución de entendimiento sobre instituciones financieras por parte de los chilenos, principalmente de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), las clasificadoras de riesgos, las administradoras de Fondos mutuos y el Banco Central.
Respecto a esta baja comprensión, Isidora Rojas, directora ejecutiva de Fundación Entrepreneur, comentó que, “con cada vez menos requisitos tenemos más acceso al sistema financiero, pero la educación financiera llegó atrasada a estos cambios e incluso no está del todo incorporada en los colegios”.
¿Por qué es importante la educación financiera?
Sobre los beneficios de tener una educación financiera, Lucrecia Salim, fundadora de Finfit y especialista en temas financieros, señaló que “cuando una persona aprende a ordenar sus finanzas, a entender cómo funciona el crédito o a establecer metas claras, cambia su relación con el dinero, y muchas veces cambia también su calidad de vida”.
“Según el último informe de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), la carga financiera bajó de un 16,1% a un 13,6%. Esto significa que en promedio estamos manejando mejor nuestras obligaciones. La educación financiera puede potenciar esa tendencia positiva y ayudar a que más personas vivan con menos angustia económica”, agregó.
Tener poco conocimiento en esta materia puede provocar un estrés financiero producto de complejidades para el bolsillo personal como: la poca satisfacción con los ingresos, constantes gastos, el contrato de seguros o la adquisición de créditos.
“Una persona que no cuenta con tranquilidad financiera, tiene una emocionalidad negativa y tensa, lo cual finalmente va empañando otras decisiones”, agregó Rojas.
Mientras que, Salim aclaró que “el dinero no es solo números: es emociones, historia, hábitos, creencias y experiencias compartidas. No se trata de ser expertos en finanzas, se trata de vivir mejor, con más conciencia y menos culpa respecto al dinero”.

¿Cómo fomentar la educación financiera temprana?
Existen conceptos básicos que permiten interiorizar a los más pequeños en esta materia como el ahorro, la inversión y el crédito, los cuales permiten en un futuro tener conocimiento en el manejo de sus ingresos y gastos.
Respecto a la educación financiera para niños, Ana Luisa Bahamondes, manager de Sostenibilidad de Scotiabank, aclaró que “si esta formación empieza a temprana edad, es más probable convertirse en un adulto con comportamientos financieros responsables. El trabajo en establecimientos educacionales es crucial para un aprendizaje lúdico y simple de esta materia”.
En esa línea, Salim, agregó que “si queremos que más personas aprendan, tenemos que dejar el lenguaje técnico y conectar con su día a día. Mostrarles cómo una mejor relación con el dinero puede traerles más tranquilidad, menos peleas en casa, más control sobre su futuro”.
En tanto, el rol que cumplen los establecimientos bancarios es clave para entender el caso puntual de cada cliente, los servicios a los que puede optar y a su vez conocer los intereses del usuario.
Sobre esto, la manager de Sostenibilidad de Scotiabank enfatizó en que, “las instituciones financieras, educativas y gubernamentales pueden colaborar para ofrecer recursos educativos accesibles y de calidad. Por ejemplo, los bancos podemos ofrecer asesoría financiera, trabajar en colaboración con organizaciones sociales y desarrollar aplicaciones y herramientas en línea que ayuden a las personas a gestionar de mejor forma su dinero”.
Frente a esto, la directora ejecutiva de Entrepreneur, añadió que “primero deben definir si están sensibilizando o educando, y luego de eso hacerse cargo, ya sea un colegio, una universidad, una empresa donante, un banco, el gobierno, la responsabilidad que sea, pero involucrándose en el proceso de enseñanza”.