El pasado martes se difundió que Petroprix -una bencinera española que asegura ser “low cost” (bajos precios)- se instalará en Chile paulatinamente con al menos unas 50 estaciones de servicio, partiendo por Las Vizcachas en la comuna de Puente Alto, en la región Metropolitana.

La compañía, fundada por tres hermanos de apellido Santiago Bermúdez, competirá con empresas que poseen gran posicionamiento a nivel nacional, entre ellas, Copec, Shell y Aramco.

Petroprix arribaría con una “promesa” difícil de ignorar: hasta $200 menos por litro, con lo cual los automovilistas podrían ahorrar entre $8.000 y $10.000 por cada carga de combustible (una disminución del 6,5% en comparación con los precios actuales, aproximadamente).

Desde el Gobierno valoraron que la firma haya determinado invertir en el territorio, pues según sus socios desembolsarán entre US$30 millones a US$40 millones en un periodo de cinco años.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, señaló que la llegada de nuevas bencineras al país “le dará más alternativas a los consumidores”. Aunque recordó que en los valores inciden tanto el tipo de cambio como la evolución de los mercados internacionales.

Pero ¿cómo funciona esta red de gasolineras “low cost” para poder ofrecerle a los conductores precios más bajos en bencinas?

Así funciona (y ahorra) Petroprix

La compañía se está promocionando con la frase “El primer combustible de calidad al precio más bajo en Chile”.

Y para ofrecer aquello, ahorra costos: no opera con bomberos ni con ningún otro tipo de trabajador en terreno, tampoco posee tiendas de conveniencia, ni máquina de aire para llenar las ruedas, ni lava autos.

La modalidad, entonces, será el “autoservicio” en la carga de combustible.

A la par, Petroprix informó que cuenta con una aplicación móvil y habilitará una vez instalada en Chile un call center de servicio al cliente por cualquier eventualidad que surja al momento de la transacción.

La modalidad de pago de la carga de combustible, en tanto, se podrá programar mediante la aplicación móvil, con prepago o crédito.

“No tendrás que tener a mano tu tarjeta ni dinero en metálico, por lo que se elimina el problema de extravío, riesgo de robo, deterioro de tarjeta o uso fraudulento. Existen dos modalidades: prepago (adelanta una cantidad y el repostaje se cobra directamente de ese montante); o crédito (a través de una línea de crédito y se cobra a final de mes)”, señala en su sitio web.

Eso sí, según se aprecia en el informativo en el mismo sitio, habilitarían máquinas para pago en efectivo, con tarjeta y contactless.

¿Una “guerra de precios”?

Como se mencionó, el Gobierno -a través del ministro Marcel- destacó la llegada de nuevos competidores al mercado de las bencinas, en especial, porque significará “más alternativas a los consumidores”.

“Hemos tenido otros cambios recientes. Aramco también llegó a Chile hace poco. Y eso le da más alternativa a los consumidores y más competencia, en principio, debería ayudar en materia de precios, aunque hay que tener claro que la distribución de combustible en Chile trabaja con márgenes reducidos”, comentó el titular de Hacienda.

Para el economista Jorge Hermann, director de Hermann Consultores, el mercado de combustibles en Chile es bastante homogéneo, ya que todas las distribuidoras acceden al mismo combustible producido por la Empresa Nacional del Petróleo (Enap).

Por lo tanto, se podría desencadenar una “guerra de precios” en el sector, históricamente dominado por pocas empresas.

“Si ellos (Petroprix) cumplen lo prometido, va a significar una agresiva competencia en el mercado de los combustibles en la región Metropolitana” (que es donde inicialmente se instalará la española), dijo el experto.

Por su parte, el economista de la Universidad de Santiago (Usach), René Fernández, argumentó que la entrada de un nuevo actor, con una estrategia de “precios bajos”, obligaría a las compañías establecidas a reducir sus márgenes para mantenerse competitivas, aunque eso no sería inmediato.

Asimismo, la competencia se vería forzada a mejorar su eficiencia y la calidad de servicio.

Apuntó que esa dinámica se ha observado internacionalmente en situaciones similares.

Conforme a Diario Financiero, Juan Carlos Santiago Bermúdez -uno de los tres hermanos tras Petroprix- profundizó que se interesaron en el mercado chileno tras ver un “monopolio” por parte de cuatro actores y percibir que el modelo de autoservicio estaba “desatendido”.

Relató que no se instalan en autovías, sino en zonas urbanas, para llegar “al pequeño consumidor”.

“Yo creo que Chile es un mercado muy monopolizado por los grandes, como pasaba en Europa hace 10 o 15 años. Y al día de hoy, en Europa prácticamente en todos los países han entrado actores para descentralizar el consumo de combustible”, mencionó al citado medio.

La inversión en nuestro país ascendería, a cinco años, en aproximadamente US$30 millones a US$40 millones.