El impacto al alza del precio de las hortalizas, producto del sistema frontal de hace unos días, ya se está manifestando el mercado.
Durante los últimos días, por ejemplo, la unidad de lechuga y también el kilo de papas están casi en $1.000.
El alza en los precios estaba anunciado, ya que por las lluvias y desbordes de ríos muchas plantaciones se vieron afectadas. Otras empresas y agricultores, además, sufrieron las pérdidas de lo que ya estaba almacenado.
El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, explicó en estos días que esas alzas de precios serían acotadas y de corto plazo.
Reiteró que ese impacto en los precios se debe a las inundaciones y también por problemas de logística, ante la dificultad de la entrada de los camiones a recolectar las cosechas.
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En línea con lo argumentado por el titular del Agro, Pablo Barberis, docente de Unegocios de la Universidad de Chile, aseguró que el aumento de estos precios debería normalizarse en un corto plazo.
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El economista, por último, subrayó además que hay stock de hortalizas por lo que no deberían subir más los precios.
El 28 de junio, cabe recordar, Valenzuela llamó a los agricultores de las zonas más propensas a ser afectadas por nuevos sistemas frontales a que “tengamos sabiduría” y que las decisiones de nuevos sembradíos se hagan “en lugares más seguros” (en zonas menos propensas a sufrir daños por desborde de ríos y esteros).