Amada por unos, odiada por otros: la tarjeta de crédito es una herramienta del sistema financiero que posee un papel esencial en la economía de muchas personas, sea para bien o para mal.
Estos son instrumentos que permiten a su titular disponer de crédito otorgado por una institución supervisada (banco, cooperativa u otro) con la cual se pueden comprar bienes o pagar servicios.
Al ser recursos directos de un crédito, la persona pasa a tener una deuda con la institución a la que pertenece la tarjeta (física o digital); y es en este punto donde las cosas se pueden descontrolar.
Cuando la tarjeta se vuelve un dolor de cabeza
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Esta frase súper reconocida en el mundo de los superhéroes también aplica para otras situaciones, como podría ser al llegar el momento de poseer la primera tarjeta.
El acceder a un cupo de gasto extra, el cual muchas veces iguala o en otros casos supera al sueldo de una persona, puede resultar en gastos que se acumulan hasta sobrepasar más allá del tope de ingresos.
Además, si se paga en una cantidad excesiva de cuotas, los intereses hacen que a la larga se termine pagando un monto por lejos superior al que se hubiera expuesto si se cancelara la compra con efectivo o débito.
En ciertas situaciones, las personas buscan alivianar su carga de deudas mediante la obtención de créditos de consumo.
Si bien esto puede ofrecer mejores condiciones de pago, es clave conocer los términos y condiciones del documento firmado al momento de solicitar el crédito, evitando posibles inconvenientes que el nuevo endeudamiento podría ocasionar y caer en un espiral de deudas del cual es difícil salir.
A pesar de lo desalentador que todo lo anterior puede sonar, hay una serie de pasos que pueden ayudar a ordenar las deudas asociadas a una tarjeta y que ésta pueda ser una herramienta útil para hacer rendir los sueldos de cada uno.
Pagar el total de la deuda mensual
Lo primero siempre es disponerse pagar todas la deuda asociada a una tarjeta de crédito en la fecha correspondiente mes a mes, la cual fue anteriormente pactada con la entidad respectiva al momento de solicitar la tarjeta.
Esto si es que se cuenta con los recursos disponibles para ello.
En cualquier caso, según se expone en la web En Fácil y en Chileno -la plataforma de educación financiera del BancoEstado- se debe evitar el pago del monto mínimo de la cuota ya que, si bien amortigua la deuda, “en rigor no pagas la cuota y sigues debiendo”.
Si se cancela la cifra correspondiente mes a mes, “no sumamos intereses adicionales a nuestra deuda, los que podrían ir acumulándose y ocasionarnos algún apuro financiero. Trata de mantener un nivel de endeudamiento que se ajuste a tu bolsillo“, se detalla en la plataforma.
La Comisión para el Mercado Financiero (CMF), también en su propio portal de educación financiera, explica que, en caso de no poseer los recursos suficientes para cubrir toda la deuda mensual, “se sugiere pagar más del mínimo y revisar para el futuro el uso de la tarjeta de manera de bajarlo a lo más necesario. Se puede guiar haciendo un presupuesto y colocando el monto que desea pagar mensualmente, teniendo una meta clara del tiempo que le va a tomar pagar el total adeudado”.
Definir límites de gasto y otros aspectos
Seguido de esto, al momento de ya estar libre de deudas impagables o que se expanden en el tiempo, y en caso de que no se ha tomado la decisión de cortar y eliminar el plástico, llega el momento de definir topes de gasto con la tarjeta de crédito, los cuales no deben superar el ingreso mensual que percibe cada persona y siempre con las cuotas que presenten el menor interés posible.
A su vez, se pueden diferenciar las compras necesarias de hacer con tarjeta de las que se puede hacer en efectivo o con tarjeta de débito.
Ejemplo de esto es una adquisición única y por razones extraordinarias: un refrigerador o lavadora.
En caso de que alguno de estos electrodomésticos sufra algún desperfecto, se puede recurrir a la tarjeta de crédito, lo que permitiría aprovechar las cuotas sin interés que ofrecen algunas empresas.
“Trata de que las compras que realices con tu tarjeta de crédito sea en productos que ofrecen meses sin intereses. Lo más común es que los bancos te ofrezcan 3 cuotas sin interés (a veces hay convenios o promociones por más cuotas sin interés)”, explican desde En Fácil y en Chileno.
Además, desde BancoEstado no recomiendan “usar tu tarjeta de crédito para pagar tus gastos corrientes. Esto podría llevarte a un nivel de sobreendeudamiento difícil de afrontar”.
Ahora bien, en caso de que se prefiera desprenderse de la tarjeta, desde la CMF se sugiere dar aviso a la institución financiera, entregar los plásticos y solicitar la eliminación de los mismos en frente de su persona.
También se aconseja revisar las cartolas (usualmente llegan al correo) en caso de que existan compras pendientes de pago.
Por último, en caso de tener Pago Automático de Tarjetas (PAT), "debe dar aviso con antelación al establecimiento o servicio de que va a cerrar el producto, para que no siga cobrando a éste", explican desde la institución.