En medio de su agenda de seguridad, el Gobierno anunció en marzo pasado que insistirán en un proyecto de ley para levantar el secreto bancario para desbaratar bandas de narcotráfico y crimen organizado, una idea que ha encontrado rechazo en la oposición, pero ¿de qué se trata y cómo funciona?
Se trata de una medida que varía de país en país según su reglamentación, pero cuya principal función es proteger los datos privados de los clientes de entidades financieras. Pero, por otro lado, su correcta regulación puede ayudar evitar la evasión de impuestos y otros delitos.
¿Qué es y cómo funciona el secreto bancario?
El secreto bancario es una práctica común en muchos países del mundo, incluyendo Chile. Consiste en la obligación de los bancos de mantener la confidencialidad de la información financiera de sus clientes, incluyendo detalles de sus cuentas bancarias y transacciones.
Este precepto se sustenta en nuestra legislación en el artículo 154 de la Ley General de Bancos y ha sido ratificada por la Corte Suprema de Chile en diversas ocasiones, de acuerdo a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
De acuerdo a lo explicado por la entidad, la información referida a los depósitos y captaciones que reciban los bancos debe ser mantenida en secreto. Si se entrega esa información, la ley castiga al infractor, pudiendo incluso llegar a la cárcel.
Sin embargo, la misma norma permite que los jueces puedan solicitar levantar el secreto en caso de que investiguen algún proceso en que sea necesario conocer las operaciones de los dueños de las cuentas involucradas.
Por otro lado, también existe la figura de reserva bancaria, que consiste en la reserva de información si la persona que la solicita tiene un interés legítimo.
Por ejemplo, según la CMF, un heredero que quiera saber si existe dinero en un banco que le pueda ser entregado (acreencias bancarias).
Ley 21.453 ¿Fin del secreto bancario?
Por otro lado, en el 2022, se aprobó una norma que, para muchos críticos, significaba el fin del secreto bancario en Chile.
Se trata de la ley 21.453, que obliga a que las instituciones financieras proporcionen información al Servicio de Impuestos Internos (SII), cuando el saldo o los depósitos efectuados a uno o más titulares, registren un movimiento diario, semanal o mensual, de UF 1.500 ($53 millones aproximadamente) hacia arriba.
Mientras algunos expertos criticaron la iniciativa por posibles vulneraciones constitucionales, otros, consideran que no vulnera el secreto bancario.
“La información que se entrega al SII corresponde a los saldos o abonos totales de las cuentas del beneficiario, sin detalle de quién le ha pagado o transferido y sin detalle de movimientos”, explicaron en la web del software tributario, Edig.
¿Para qué sirve el secreto bancario?
El secreto bancario, en todo el mundo, tiene una finalidad macro, la de proteger la privacidad de los clientes y su información financiera, según consigna la revista Forbes.
Pero sus usos y características tienen otras funciones en favor de la seguridad de los ciudadanos, tanto de sus dineros, como de lo relativo a otras materias como el tráfico de drogas.
Así, en países donde se regula el secreto bancario y las oportunidades para levantarlo, sus principales funciones son:
1. Proteger la privacidad de los clientes y su información financiera.
2. Ayudar a prevenir actividades ilegales, como la evasión fiscal y el lavado de dinero.
3. Fomentar la confianza en el sistema bancario y financiero.
4. Proteger a los clientes de posibles consecuencias negativas en su vida personal y profesional derivadas de la revelación de su información financiera.
¿Cuáles son las excepciones al secreto bancario en Chile?
Según explica Alfredo Echeverría en el SII, existen algunas excepciones legales al secreto bancario en Chile. Por ejemplo, la Ley de la Renta en su artículo 101, impone a los bancos la obligación de informar respecto de los intereses u otras rentas que paguen o abonen a sus clientes, en el último año.
Por otra parte, el Código Tributario faculta al SII para disponer el examen de las cuentas corrientes solamente cuando la institución se encuentra investigando delitos tributarios.
Pero, por otro lado, Echeverría afirma que hay muchas actividades que la administración tributaria debe fiscalizar, pero que se amparan en el secreto o la reserva bancaria, “lo que impide su detección o dificulta su control, pudiendo producirse elusión o evasión de la tributación fiscal interna”.
En tanto, la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), aclara que el secreto bancario no es absoluto y que la información protegida se puede levantar bajo ciertos supuestos legales.
Así, esto puede suceder cuando una resolución de la justicia ordene la remisión o examen de antecedentes para ciertas operaciones y bajo determinados supuestos.
Por ejemplo, la Ley sobre abandono de familia y pago de pensiones alimenticias establece la obligación del juez que conoce la causa de alimentos, de ordenar al demandado, que acompañe los antecedentes que permitan determinar el patrimonio y la capacidad económica de este.
De no cumplir, el tribunal podrá solicitar los datos requeridos (protegidos por el secreto bancario) a las entidades que los manejen (SII, AFP’s, etc.).
El secreto bancario en el mundo
A nivel internacional, el secreto bancario varía de país en país. En Suiza, es considerado un aspecto fundamental de la cultura financiera, mientras que en Estados Unidos, es menos estricto y puede ser levantado en ciertas circunstancias.
Existen casos famosos en los que el levantamiento del secreto bancario fue clave para resolver investigaciones criminales, como el escándalo del Watergate en Estados Unidos en la década de 1970, que terminó con la renuncia del presidente Richard Nixon.
En este caso, la información financiera de los involucrados en el escándalo fue revelada después de que se levantara el secreto bancario, lo que permitió a las autoridades seguir la pista del dinero y descubrir la verdad.
Por otro lado, el caso Panama Papers levantó la polémica por esta medida legal, ya que mostró cómo los bancos y otros intermediarios financieros utilizaban el secreto bancario para ocultar información de sus clientes y permitirles evadir impuestos.
Tras ello, Estados Unidos promulgó la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas Extranjeras (FATCA), mientras que Reino Unido implementó el intercambio automático de información financiera con otros países.