Si bien son tiempos difíciles, siempre existen alternativas y ajustes que nos pueden permitir ahorrar dinero; y protegernos así ante situaciones de pérdida o reducción de ingresos.
En tiempos de inflación, con los precios constantemente al alza y haciendo “malabares” para que cuadre el presupuesto, ahorrar resulta más complicado, pero no imposible.
Sin embargo, en la medida que las finanzas personales lo permitan, guardar dinero siempre será una medida aliada ante cualquier eventualidad o gasto extra que pueda surgir. Lo importante es proponérselo y ser constante.
Ese dinero, por qué no, también se podría traducir a futuro en un fondo para unas vacaciones o para darse un gusto.
“El ahorro ayuda a proteger el nivel de vida de las personas ante situaciones de pérdida o reducción de ingresos. Además, permite acceder a bienes que tienen un costo importante en relación con el ingreso personal o familiar, sin recurrir al endeudamiento”, destacó la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Evitar los “gastos hormiga”
Lo primero, es tener claro de cuánto se dispone mensualmente y cuáles son los gastos fijos (arriendo o dividendo, comida, pasajes, servicios básicos, entre otros).
Dentro de los gastos innecesarios están los denominados “gastos hormigas” que no se sienten en el día a día, pero que se llevan gran parte del presupuesto mensual.
Hay “gastos hormigas” que podrían estar provocando un desembolso anual de hasta $700 mil (café, delivery, usar apps de transportes en demasía, entre otros). Ese dinero, por tanto, se podría convertir en un ahorro.
Depósitos a plazo
Si bien el avance de la inflación ha golpeado ciertas rentabilidades, los depósitos a plazo siempre serán una alternativa más conveniente que tener “estancado” un dinero en la cuenta corriente o vista, o en una alcancía.
Los depósitos a plazo permiten tener el dinero guardado en el banco mientras se ganan intereses en un tiempo determinado (a plazo fijo, a plazo renovable o plazo indefinido; pueden ser en pesos o en UF).
Este tipo de instrumentos de ahorro son regulados por normas dictadas por el Banco Central y la CMF.
-Depósitos a plazo fijo: la institución se obliga a pagar en un día prefijado, debiéndose devengar los reajustes e intereses sólo hasta esa fecha.
-Depósitos a plazo renovable: contemplan condiciones similares a los depósitos a plazo fijo, pero con la posibilidad de prorrogar automáticamente el depósito por un nuevo período, de la misma cantidad de días, en caso de que el depositante no retire el dinero. Por consiguiente, en el o los períodos siguientes se seguirán devengando, sobre el nuevo capital, los intereses y reajustes correspondientes a cada período.
-Depósitos a plazo indefinido: en este caso no se pacta al momento de constituirlos una fecha o plazo determinados de vencimiento, sino que la institución depositaria se obliga a la restitución en un plazo prefijado, a contar de la vista o aviso de su cliente, de manera que se pagan los intereses y reajustes devengados desde la fecha en que se entera el depósito hasta que se cumpla la fecha avisada para su retiro.
*Fuente: CMF.
Cuenta de ahorros
Otra alternativa para guardar dinero son las cuentas de ahorro, disponibles en los bancos y otras instituciones financieras.
La CFM aclaró que existen distintos tipos de cuentas de ahorro, las cuales “pueden ser reajustables o no reajustables, y permiten girar hasta seis veces en el período de doce meses, sin perder los intereses del período”.
En el caso de las cuentas con cláusula de reajustabilidad, se puede girar hasta cuatro veces en ese período sin perder el derecho a reajustes.
En BancoEstado, por ejemplo, ofrecen una cuenta de ahorro premium cuyos únicos requisitos para abrirla son ser mayor de 12 años (mujer) o mayor de 14 años (hombre), tener cédula de identidad y realizar un depósito inicial mínimo de $1.000.
Si bien se ahorra en pesos, es reajustable de acuerdo a la variación de la UF, con giro diferido. Entrega intereses y reajustes anuales por los depósitos mantenidos por 90 días o más. Permite giros de hasta UF 30 diarias, o montos mayores con un aviso de 7 días de anticipación.
En síntesis, beneficia con una tasa de interés adicional y escalonada anualmente (hasta por un máximo de 3 periodos consecutivos). Los detalles completos se pueden revisar aquí.
Ahorro automático
Hay bancos e instituciones financieras que también ofrecen el “ahorro automático”: todos los meses descuentan una cantidad previamente establecida de dinero de la cuenta del cliente y la ponen en una cuenta diferente.
Ese dinero se va acumulando sin que se note demasiado y sin hacer ninguna gestión.
Regla del 50-30-20
Desde Equifax comentaron que existe un método relativamente útil para controlar los gastos y evitar que la inflación dé más sustos de lo esperado.
Se trata del mecanismo 50-30-20, que “ayuda a gestionar la cantidad de dinero que debemos destinar a nuestros ahorros y gastos mensuales”: 50% para necesidades básicas, 30% para ocio y un 20% para el ahorro.
Sugirieron también que ese método de ahorro vaya de la mano con crear un presupuesto y ajustarse a éste; y comparar precios siempre antes de comprar (cotizar en supermercados, tiendas online, etc, y optar por la alternativa más económica).
“En tiempos como los que ahora estamos viviendo, no es recomendable tener el dinero guardado solo en una cuenta de ahorro. Una buena opción es cambiarlo a una moneda más estable, como el dólar o el euro, o bien tener depósitos a plazo”, indicaron desde la firma.