Luego de dos años en que los precios estuvieron congelados, a principios de marzo se emitió una resolución que fijó el porcentaje máximo de ajuste que las isapres deberán considerar en las adecuaciones de precios de los planes de salud.
La Superintendencia de Salud remarcó que para el proceso de adecuación 2022 “el porcentaje máximo de ajuste será de 7,6% (3,8% por cada año no reajustado), que corresponde al valor calculado para en Indicador de Costos de la Salud (ICSA) 2021″.
En los últimos días, varias de las Instituciones de Salud Previsional comenzaron a enviar cartas a sus afiliados notificándoles del reajuste que, en la práctica, comenzará a ser aplicado a partir de junio.
La Superintendencia, en paralelo, dispuso de una herramienta online para que los afiliados puedan reclamar por el alza de precio base del plan de salud contratado en cualquier caso que estimen deba ser revisado.
A juicio de las isapres, el reajuste a planes definido por el regulador “profundiza” su crisis, ya que este “no refleja la verdadera variación de costos” que han enfrentado durante los últimos años.
En febrero la Asociación de Isapres dio a conocer el resultado no auditado del sector durante 2021 -que consideró a Banmédica, Consalud, Colmena, Vida Tres y Nueva Masvida- registrando pérdidas por $137.113 millones, siendo “el peor año en la historia” del sector.
“Este complejo panorama se debe, en gran medida, al congelamiento -por dos años consecutivos- de los precios de los planes de salud de las Isapres, de acuerdo a la Ley N° 21.350 que frenó el reajuste para 2020 y 2021, manteniendo los valores de 2019”, explicaron en aquella oportunidad.
A ese escenario, precisaron que se sumó que las atenciones de salud mostraron un crecimiento de un 25,1% respecto del 2020 y las licencias médicas subieron 25,7% en comparación al año anterior. En consecuencia, el costo de las atenciones (prestaciones y licencias médicas) aumentó en 25,2%, efecto que influyó en los resultados obtenidos, informaron las isapres.