Los créditos de consumo son parte del financiamiento de las familias chilenas; sin embargo, el acceso a estos muestra vicios de desigualdad al incorporar variables de género, según una investigación llevada adelante por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) junto al Instituto Milenio MIPP.
Raimundo Undurraga, investigador de Instituto Milenio MIPP y académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, explicó que “existe evidencia de que para hombres y mujeres con similar riesgo crediticio, las mujeres tienen tasas de aceptación a sus solicitudes de crédito significativamente más bajas”.
Lo anterior, agregó, revela “discriminación de género el acceso a este instrumento financiero, y esto aún cuando se ha documentado que ellas son, en promedio, mejores pagadoras”.
Para demostrar esta discriminación los académicos reclutaron a 404 hombres y mujeres, quienes enviaron solicitudes de préstamo similares en montos y plazo a ejecutivos y ejecutivas de cuenta asignados aleatoriamente.
De esta manera, pudieron comparar las tasas de aprobación de créditos solicitados por hombres versus las de mujeres, quienes obtuvieron un 18% menos de aceptaciones que los hombres.
“Esta fuerte diferencia es explicada fundamentalmente por el comportamiento discriminatorio de ejecutivos hombres con preferencias pro-hombre, lo cual, en esencia, revela que el origen de la discriminación subyace a la preferencia de un género por sobre otro”, dijo Undurraga.
Esta arbitraria inequidad genera costos económicos, ya que se estima que las ganancias no percibidas por concepto de discriminación de género alcanzan los US$192 millones por año, concluyó la indagación del Instituto Milenio MIPP.