Hace unos días un estudiante de la carrera de Derecho de la Universidad Andrés Bello (UNAB) denunció que acudió hasta su domicilio un represente de la empresa de cobranza Remesa, quien de manera violenta le increpó por la deuda que mantiene con la casa de estudios.
La situación fue captada por cámaras de seguridad y la universidad anunció, a través de un comunicado, que puso término al contrato con la firma aludida.
Hoy jueves, Remesa emitió un comunicado lamentando lo ocurrido, asegurando que esa forma de cobrar “no es parte del protocolo y no se identifica con el espíritu de trabajo” de su equipo.
“Ante esto estamos realizamos un sumario interno, para tomar las medidas correspondientes y las sanciones necesarias. El trabajador ya fue desvinculado”, sostuvo.
Con respecto a la acusación, Remesa dijo que el funcionario era “sólo un verificador de domicilio, que desconoce la deuda del joven”.
“Esta verificación se debe realizar cuando existen deudas o embargos, para que, en el caso de tener que enviar una notificación, ésta llegue efectivamente al domicilio del deudor, para no causar así un perjuicio mayor”, explicó la firma.
La empresa añadió que tomará contacto a la brevedad con el estudiante perjudicado, “para entregar las disculpas correspondientes y se asumirá el costo de la deuda atrasada”.
“Como empresa entendemos y somos empáticos con la situación que vivimos hoy como país y cómo la crisis está afectado a las personas, por lo que siempre en nuestros procesos de cobranza nos hemos regido por protocolos que buscan dar una solución, tanto a la empresa que cobra, como a la persona deudora”, puntualizó Remesa.