Las tasas de interés de los créditos hipotecarios han bajado considerablemente, anotando registros históricos.
Dicen los expertos que cualquier crédito hipotecario que se solicitó hace 10 años posee unas tasas de interés bastante mayores que las actuales, por lo que muchos propietarios se están planteando seriamente la idea de refinanciar su deuda y procurarse un alivio financiero.
“Existen variadas razones por las que deberías considerar refinanciar tu crédito hipotecario: un cambio desfavorable en tu situación económica (te quedaste sin trabajo o ganas menos que hace un año); pasar de una tasa de interés variable a una fija o disminuir el valor de la cuota que pagas mensualmente para utilizar ese dinero en pagar tus tarjetas de crédito, deudas u otro proyecto”, comentó Enzo Langer, experto del rubro inmobiliario.
Por su parte, el CEO de Inversión Fácil, Cristián Lecaros, planteó se deben revisar las variables, siendo fundamental “evaluar los costos operacionales antes de realizar un refinanciamiento de un crédito hipotecario, para así tener claro si el cambio es rentable”.
El refinanciamiento del crédito apunta a una disminución del valor de la cuota mensual de la hipoteca, así como el pago de una tasa de interés menor. En sencillo, pagas menos, con menor interés, pero en un mayor plazo.
No es fácil tomar este tipo de decisión y, por ejemplo, desde Capitaria aconsejan: “En general, deberán considerar la carga financiera alta o baja que posean, así como la permanencia y calidad de sus trabajos, ya que una labor con mejores ingresos mensuales y mayor estabilidad entrega un escenario más favorable para asumir ciertos riesgos económicos como el refinanciamiento de un crédito hipotecario”.
Además, es necesario que no sólo se considere la tasa de interés del crédito hipotecario, sino también los costos operacionales asociados a ello.
Estos costos incluyen ítems como la tasación de la propiedad, estudios de título, escrituras, gastos notariales y conservador de bienes raíces, entre otros.
Asimismo, es muy importante que compares y selecciones el banco que te ofrezca un menor CAE (Carga Anual Equivalente). Este es un indicador que representa el costo de un crédito en un lapso de tiempo. Este valor fue creado para que los clientes puedan comparar los productos financieros que les ofrece el mercado y elegir el más adecuado a sus necesidades específicas.
Hay que tener en cuenta también que si se refinancia un crédito con el mismo banco sólo cancelarás la actualización de Estudios de título y gastos de notaría, mientras que si lo haces en un nuevo banco deberás sumar la inscripción en el Conservador de Bienes Raíces, costo de tasación e impuesto de Timbres y Estampillas.
Documentos necesarios
A la hora de acercarse al banco para realizar este trámite y conseguir la aprobación de tu solicitud deberás ser paciente y sobre todo escrupuloso en juntar todos los documentos que te pedirá el ejecutivo que te atienda.
Como en definitiva se trata de solicitar un préstamo, pero con términos diferentes, las exigencias serán las mismas que cuando pediste el crédito hipotecario por primera vez y deberás acreditar renta mensual y bienes inmuebles que poseas. En este sentido, algunos de los documentos que tendrás que presentar son:
1.- Liquidaciones de sueldo
2.- Historial de pagos del crédito hipotecario
3.- Tasación de tu casa o departamento, para acreditar el valor de mercado actual que tiene tu bien inmueble.
En cualquier caso, es fundamental considerar el valor total del crédito, así como también asegurarse que lo que se deberá pagar a fin de mes no exceda el 25% o 30% de los ingresos, pues esto podría volverse en contra y obligar a pedir nuevos créditos para cumplir obligaciones financieras mensuales.