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Las autoridades estadounidenses han extendido la fecha límite para que la acería japonesa Nippon Steel retire su plan de adquisición de la estadounidense U.S. Steel hasta el 18 de junio, luego de una demanda conjunta presentada por ambas empresas contra Estados Unidos por el bloqueo de la operación. A pesar de la decisión de bloquear la fusión anunciada por el presidente Joe Biden, ambas firmas esperan completar la transacción para "asegurar el futuro de la industria acerera estadounidense". La orden emitida por Biden urgía a abandonar el plan en 30 días, pero se extendió el plazo, mientras que Nippon Steel y U.S. Steel presentaron una demanda para anular la decisión argumentando violaciones constitucionales y políticas. La medida proteccionista de Biden marca un cambio en la política de inversiones de Estados Unidos y frustra una fusión valuada en 14 mil millones de dólares que habría creado un coloso competitivo a nivel mundial en la industria acerera.

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Las autoridades estadounidenses han extendido la fecha límite impuesta a la acería japonesa Nippon Steel para retirar su plan de adquisición de la estadounidense U.S. Steel hasta el próximo 18 de junio, después de que ambas firmas presentaran una demanda contra EEUU por el bloqueo de la operación.

U.S. Steel expresó este domingo en un comunicado su “satisfacción” por la decisión del Comité de Inversiones Extranjeras de los Estados Unidos (CFIUS) de “conceder una extensión” hasta la fecha citada, lo que supone casi cinco meses más que la inicialmente ordenada por las autoridades estadounidenses.

Las dos firmas “esperan completar la transacción” pese a la decisión de bloquearla anunciada por el presidente estadounidense, Joe Biden, el pasado día 3, y consideran que la fusión “garantizaría el mejor futuro para la industria acerera estadounidense”, según señala U.S. Steel en un comunicado recogido por los medios nipones.

Se extentiende el caso U.S Steel y Nippon Steel

La orden emitida por Biden urgía a ambas empresas a dar los pasos necesarios para “abandonar de forma plena y permanente” el plan de fusión en un plazo de 30 días, aunque señalaba que ese periodo se podría extender por decisión del CFIUS.

El pasado día 6, Nippon Steel presentó conjuntamente con U.S. Steel una demanda para anular la decisión de Biden en el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia “impugnando la violación de la garantía constitucional del debido proceso y los requisitos procesales legales, así como la influencia política ilegal”, detalló el texto.

Las empresas argumentaban que el bloqueo no se ajusta a la normativa que rige el Comité de Inversiones Extranjeras de los Estados Unidos, órgano que no alcanzó un consenso y concedió la última palabra sobre la operación al presidente.

En ese mismo escrito las empresas consideran que los argumentos de Biden, que justificó su bloqueo por motivos de “seguridad nacional”, carecen de base, aseguran que se ha tratado de una acción para favorecer sus propios intereses políticos y apuntan a que tomarán “todas las medidas adecuadas” para proteger sus derechos.

La decisión de Biden supone un giro al proteccionismo que se aleja de la política de aperturismo sobre inversiones que ha dominado la práctica regulatoria estadounidense durante décadas y que con la llegada a la presidencia en 2017 de Donald Trump -que ya había asegurado que bloquearía la fusión una vez retorne al poder el 20 de enero- comenzó a cambiar.

El bloqueo formal de la operación, valorada en unos US$14 mil millones, frustra la fusión de la cuarta mayor acería mundial por volumen de producción, Nippon Steel, con la vigésimocuarta, U.S. Steel, que iba a crear un coloso capaz de competir con otros como ArcelorMittal o los gigantes chinos liderados por Baowu Steel.