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La justicia de Malasia ordenó a devolver más de 170 relojes de Swatch con colores del arcoíris, símbolo del colectivo LGTBI, incautados por "ir en contra de la moralidad". El Alto Tribunal de Kuala Lumpur dictaminó que la incautación fue ilegal y el Ministerio del Interior tiene 14 días para entregar los relojes valuados en casi 14.500 dólares. Swatch podría buscar compensación si los relojes resultaron dañados. La empresa había argumentado que los relojes no infringían ninguna ley. En Malasia, la homosexualidad es ilegal y la discriminación contra el colectivo LGTBI ha empeorado en la última década, con prohibiciones y penas por su representación. El actual gobierno ha dejado claro que no concederá más derechos al colectivo.

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La justicia de Malasia ordenó a las autoridades a devolver más de 170 relojes de la multinacional suiza Swatch con colores del arcoíris, que representan al colectivo LGTBI, que incautó en mayo de 2023 por “ir en contra de la moralidad”, confirmó el gobierno.

El ministro del Interior, Saifuddin Nasution, precisó en declaraciones a los medios que “respeta la decisión” emitida por el Alto Tribunal de Kuala Lumpur, pero que estudiarán el texto antes de dar los pasos para una hipotética apelación.

El tribunal le dio al Ministerio de Interior un plazo de 14 días para entregar los relojes, valorados en 64.795 ringgit (casi 14.500 dólares o unos 13.915 euros), al sentenciar que la incautación fue ilegal al carecer de una “orden de registro”, detalla el portal de noticias Malaysiakini.

Aunque la decisión no fue acompañada por una indemnización económica, el fallo señala que Swatch podría presentar una nueva demanda para buscar una compensación si los relojes hubieran resultado dañados.

Por su parte, Swatch rehusó comentar la decisión, en un correo electrónico enviado a la Agencia EFE.

Relojes Orgullo LGTBI de Swatch

En mayo del año pasado, la Policía decomisó 172 relojes de once tiendas de Swatch en el país debido a su vinculación con las celebraciones del Orgullo LGTBI, una medida entonces criticada por los grupos defensores de los derechos humanos.

La empresa suiza presentó un mes después una demanda en la que pedía la devolución de los relojes confiscados y argumentaba que los relojes no suponían ningún riesgo para el orden público, la moralidad o ninguna otra ley.

A raíz de este episodio, el gobierno malasio prohibió los relojes con la bandera del arcoíris LGTBI por “ir en contra de la moralidad”, con penas de hasta tres años de cárcel y multas de hasta 20.000 ringgit (4.475 dólares o 4.296 euros) por llevarlos.

La homosexualidad es ilegal en Malasia y la sodomía es castigada con hasta 20 años de cárcel.

En la última década, la discriminación contra las personas LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales) ha empeorado, según informes de organizaciones garantes de los derechos humanos como Human Rights Watch y Global Trans Rights.

El actual primer ministro, Anwar Ibrahim, pasó cerca de una década en prisión por acusaciones de sodomía y corrupción, que él niega, pero al llegar al poder ha subrayado que su administración no dará más derechos al colectivo LGTBI.

En septiembre de 2022, la empresaria transgénero Nur Sajat, dueña de una marca de productos de cosmética, huyó de Malasia al ser acusada de violar la ley islámica y, tras ser retenida temporalmente en Tailandia, fue finalmente acogida en Australia.

Las películas “La bella y la bestia” (Beauty and the Beast, 2017) y “Thor: Love and Thunder” (2022) fueron retiradas de Malasia por tener escenas con referencias al colectivo LGTBI.