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La cadena de multitiendas Corona, vinculada a la familia Schupper, ha iniciado un nuevo proceso de reorganización judicial debido a dificultades financieras que le impiden cumplir con sus acreedores. Entre las razones se destacan pérdidas en el negocio financiero de la tarjeta Corona, próximo a cerrarse, y menores ventas en el sector minorista. La empresa también señaló la falta de capital de trabajo desde 2022, lo que dificulta su financiamiento. Para mejorar su situación, Corona ha abierto una oficina en Shanghái. Por otra parte, la emisora de la tarjeta Corona anunció el cierre de ese negocio debido a la situación económica del país, la morosidad de los clientes y los altos niveles de inflación, generando pérdidas significativas.
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Corona, cadena de multitiendas ligada a la familia Schupper, inició un nuevo proceso de reorganización judicial, en similar línea con la medida que debió tomar en 2022.
La empresa aludió a una serie de dificultades financieras que le han impedido responder adecuadamente a sus acreedores.
Según detalló Corona en un comunicado a los medios, este nuevo proceso radicó por “pérdidas sostenidas” en el negocio financiero (tarjeta Corona), el cual está en su fase final de cierre; y menores ventas en su negocio de retail.
Argumentó también la falta del capital de trabajo necesario para poder desarrollar negocios, entre otros motivos, “por la imposibilidad de acceder a financiamiento” desde 2022.
Por último, y con el objetivo de recuperar su potencial y tener además un mejor contacto con sus proveedores, Corona determinó abrir una oficina en Shanghái.
El fin de la tarjeta Corona
A fines de marzo de este año, la Sociedad de Créditos Comerciales S.A. -emisora de la tarjeta Corona- anunció el cierre de ese negocio financiero.
Según se enfatizó, lo anterior se debió a la condición económica del país, la mora de los titulares de las líneas de crédito y los niveles de inflación, lo que en su conjunto incrementaron los costos fijos de operación.
Por ejemplo, las pérdidas entre enero y septiembre de 2023 fueron de $6.885 millones. Mientras que la participación de la tarjeta en el mercado en la industria del retail era del 2,7%, con una mora de 48,9% al cierre del año pasado.
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