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El gigante de la moda china, Shein, podría enfrentar mayor escrutinio político en el Reino Unido debido a la posibilidad de importar productos fabricados con trabajos forzados en la región china de Xinjiang, según informa el Financial Times. El presidente del Comité de Empresas de la Cámara de los Comunes, Liam Byrne, ha solicitado al Gobierno británico que prohíba estos productos y se inspire en la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur de EE. UU. Shein, que busca cotizar en la Bolsa de Londres, ha revolucionado la industria con su envío de ropa barata desde China, pero aún está a la espera de la aprobación de los reguladores chinos para cotizar en el extranjero. La compañía ha afirmado tener una "política de tolerancia cero" hacia el trabajo forzoso y asegura verificar de forma independiente su cadena de suministro para cumplir con los derechos humanos y las leyes aplicables.

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El gigante de la moda china Shein puede afrontar un mayor escrutinio político en el Reino Unido después de que el presidente de un influyente comité parlamentario pidiera al Gobierno que prohíba la importación de productos fabricados mediante trabajos forzados, adelanta este lunes el Financial Times (FT).

El presidente del Comité de Empresas de la Cámara de los Comunes (baja), el laborista Liam Byrne, pidió al Ejecutivo que prohíba esos productos, fabricados en la región china de Xinjiang, y admitió que le gustaría ver una versión británica de la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur introducida en Estados Unidos en 2021, según dijo al rotativo.

“Mi opinión es que no tenemos una Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur en el Reino Unido y, por lo tanto, corresponde a los ministros asegurarse de que Shein aprueba los más altos estándares en materia de protección del trabajo forzoso”, dijo.

“Eso es algo que un gobierno laborista podría querer abordar”, añadió.

Shein, que busca cotizar en la Bolsa de Londres, ha revolucionado la industria de la confección con su modelo de envío de ropa barata desde las fábricas en China a los compradores occidentales.

El gigante chino lanzó su plan para una oferta pública inicial a finales del año pasado, al principio pensando en Nueva York, pero se trasladó a Londres después de ser rechazado por los reguladores estadounidenses, pero aún está a la espera de que los reguladores chinos den el visto bueno para cotizar en el extranjero.

Al parecer, los reguladores chinos no están a favor de la decisión de la compañía de disminuir sus vínculos con China, según personas familiarizadas con el asunto, indica el FT.

Shein indicó al Financial Times que tenía una “política de tolerancia cero” con respecto al trabajo forzoso.

“La visibilidad en toda nuestra cadena de suministro es de suma importancia para nosotros y estamos totalmente comprometidos con el respeto de los derechos humanos. Para cumplir con las leyes aplicables, no solo exigimos que nuestros fabricantes contratados solo obtengan materiales de regiones aprobadas, sino que también lo verificamos de forma independiente”, resaltó.