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La empresa australiana Amcor, reconocida por su desarrollo de envases para diversas industrias, incluyendo la alimentaria y farmacéutica, ha decidido retirarse de Chile tras vender sus instalaciones en Quilicura a la empresa Vanni por US$20 millones. Según Mara Escalante, directora de Comunicaciones Corporativas para América Latina de Amcor, la firma optó por cambiar su modelo de negocio de fabricación local a uno centrado en la comercialización, vendiendo así su planta en Chile y manteniendo únicamente representantes comerciales en el país. Esta decisión se basó en un análisis que determinó que era más conveniente para la empresa concentrarse en sus operaciones en Perú.

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De acuerdo a información contenida en su sitio web, la empresa australiana Amcor -que desarrolla envases para marcas del rubro alimentario, de salud, farmacéutico, entre otros- tiene presencia en seis países de la región, con operaciones en más de 20 plantas.

Sin embargo, de acuerdo a información publicada por Pulso, la compañía determinó irse de nuestro país: vendió sus instalaciones ubicadas en la comuna de Quilicura y solo mantendrá en el territorio a representantes comerciales.

De hecho la empresa Vanni, dedicada a la fabricación de envases descartables, pagó US$20 millones por las dependencias de la australiana.

Mara Escalante, directora de Comunicaciones Corporativas para América Latina de Amcor, señaló al citado medio que la firma tomó la decisión de enajenar su planta en nuestro país para pasar “de un modelo de negocio de fabricación local, a comercialización”.

“Como resultado de esta decisión, el predio fue vendido”, confirmó. Y precisó que una línea de negocios de la compañía (cápsulas y tapas para botellas) seguirá desarrollándose desde acá.

El análisis previo arrojó que para Amcor, por costos y otros factores, era más conveniente concentrarse en sus operaciones en Perú.

Empresa brasileña también dejó Chile

Hace unos días se conoció que la multinacional brasileña Grupo Tigre (producción de tubos y conexiones de PVC), que llegó a nuestro país en 1997, también decidió poner fin a sus operaciones locales.

A pesar de ser un actor reconocido para insumos de la construcción, la empresa argumentó que la decisión se tomó “tras profundos análisis de los negocios y las proyecciones del sector, con el objetivo de reevaluar la priorización de las inversiones para mantener la competitividad y el crecimiento sostenible”.

La brasileña agradeció a sus trabajadores en Chile, “pilares fundamentales en nuestra historia en el país”; y aseguró que realizaría el proceso de cierre “con la mayor transparencia y cuidado”, con planes de salida y acompañamiento para su reinserción laboral.