La compañía petrolera Shell planea reducir su plantilla global en un 20% con respecto a 2022, especialmente en áreas de exploración y desarrollo de petróleo y gas, según confirmaron fuentes internas a EFE el jueves.
Sin embargo, desde Shell especificaron a EFE que el recorte de personal no afectará a toda la rama de negocio de producción de gas y petróleo, sino solo a “pequeños negocios” dentro del área, y responde a los requerimientos de un nuevo diseño organizacional que está siendo implementado por la compañía a nivel global.
En concreto, las reducciones de plantilla afectarán principalmente a las áreas de “Exploración, Estrategia y Portfolio” y “Desarrollo, Subsuelo y Pozos” en las delegaciones de Shell en todo el mundo y con un mayor impacto en las oficinas de Houston (Estados Unidos), La Haya (Países Bajos) y en el Reino Unido.
Despidos en la petrolera Shell
“Shell busca crear un valor añadido con menos emisiones, focalizándose en las acciones, la disciplina y la simplificación en el negocio”, escribió la petrolera en un comunicado en el que desgranó que, la implementación del plan conlleva costes operativos y estructurales de entre US$2.000 y US$3.000 millones para finales de 2025.
Para llegar a los objetivos de reducción también se requerirá “una alta calificación de la cartera, nuevas mejoras y una organización global más ágil”, indicaron desde Shell.
Asimismo, aseguraron que el nuevo organigrama, presentado en junio de 2023, está “sujeto a la consulta y participación de órganos representativos de los trabajadores y se ultimará una vez haya concluido”, explican desde la petrolera.
Recorte de operaciones
La división de producción de petróleo y gas de Shell, que incluye las unidades de exploración y desarrollo de pozos, representó más de un tercio de las ganancias ajustadas de la compañía en 2023, de acuerdo con Reuters.
En los últimos meses, la petrolera redujo sus operaciones en proyectos renovables de eólica marina, fotovoltaica o hidrógeno y vendió refinerías y parte de su producción de gas y petróleo en países como Nigeria.
Además, pese a que las acciones de Shell han ganado más del 8% en lo que va del año, la compañía redujo sus objetivos de reducción de carbono para 2030, citando mayores expectativas en la demanda de gas e incertidumbre sobre el proceso de transición ecológica.
