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CCU y Desafío Levantemos Chile presentaron el "Desafío CirCCUlar", un fondo concursable para cooperativas y emprendimientos de recicladores de base, con el fin de potenciar su crecimiento a través del reciclaje de botellas PET. Se seleccionarán seis participantes de Valparaíso y la Región Metropolitana, otorgándoles recursos para su desarrollo. Además, se ofrecerá mentoría, capacitación y acceso a redes de contactos. El proyecto se lanzó en el marco de CirCCUlar, la primera planta de reciclaje de botellas plásticas de CCU, con el ministro de Economía destacando la importancia de incluir a los recicladores de base en la economía circular.

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CCU y Desafío Levantemos Chile, con la presencia de Nicolás Grau, ministro de Economía, lanzaron Desafío CirCCUlar, un fondo concursable destinado a cooperativas y emprendimientos formales de recicladores de base, con el objetivo de apoyar su crecimiento y aumentar sus capacidades y desarrollo a través del reciclaje de botellas PET.

En cuanto a la motivación del proyecto, Barbara Wolff, gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de CCU, recalcó que “los recicladores de base han entendido que el residuo es una materia prima que puede ser utilizada para un nuevo proceso productivo. Además, son embajadores de la economía circular y el cuidado del medio ambiente. Por eso, queremos aportar con un grano de arena para su crecimiento, porque son fundamentales”.

La iniciativa busca fomentar modelos de trabajo colaborativo y potenciar las labores de los recicladores, ayudándolos en su tránsito a consolidarse como microempresarios y empoderarlos en su rol como agentes de cambio.

“Está destinado a cooperativas o emprendimientos formalizados que estén reciclando PET en las regiones de Valparaíso y Metropolitana. Los requisitos están en las páginas de Desafío Levantemos Chile y CCU”, detalló Wolff.

En qué consiste el fondo concursable para recicladores de base

En la primera etapa del fondo concursable para recicladores de base, se seleccionarán seis cooperativas y/o emprendimientos de las regiones Metropolitana y de Valparaíso, para entregarles un impulso de capital para la compra de maquinaria, equipamiento, materiales e insumos para el desarrollo de sus actividades.

Como se define desde el Ministerio de Medio Ambiente, los recicladores de base son quienes recolectan, separan y comercializan residuos para el reciclaje, obteniendo sus ingresos a partir de la venta de materiales a empresas recuperadoras, intermediarios y centros de reciclaje. Además, recogen residuos para su venta en mercados y ferias libres con o sin una preparación para la reutilización.

Adicionalmente, se creará un ecosistema de apoyo integral que incluirá mentoría, capacitación especializada, acceso a redes de contactos y oportunidades de visibilidad y difusión.

Ignacio Serrano, director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile, explicó que “este concurso dura 9 meses, tiene dos etapas: una de capacitación; formalización; apoyo en herramientas empresariales; de gestión; comercialización; y herramientas tecnológicas para el progreso de sus negocios”.

Respecto a los beneficios a nivel global, especificó que “esta tiene un impacto medio ambiental, de hacernos cargo de la basura; y también un impacto social, de darle oportunidades a emprendedores”.

Primera planta de reciclaje de botellas plásticas

El lanzamiento de la iniciativa fue realizado en el marco de CirCCUlar, la primera planta de reciclaje de botellas plásticas de CCU, en el marco del “Primer Encuentro de Desafío CirCCUlar”, donde diferentes actores del ecosistema del reciclaje y emprendimiento conversaron sobre la cadena de valor de la economía circular de las botellas PET y la trascendencia económica y social para Chile.

En la instancia, el ministro de Economía, Nicolás Grau, destacó que “esta es una iniciativa muy positiva, quiero felicitar a CCU, a Desafío Levantemos Chile y la organización de recicladoras y recicladores (…) los recicladores de base tienen un conocimiento de décadas, que debe ser parte de este gran esfuerzo que va a ser el país en materia de economía circular”.

Esta planta permitirá reemplazar el plástico virgen, por uno que ya ha sido utilizado anteriormente, disminuyendo así la cantidad total de este tipo de desechos en el mercado.

CirCCUlar contempló una inversión de aproximada de USD$40 millones y aspira a tener una producción de 18 mil toneladas por año de botellas plásticas recicladas, dándoles una nueva vida a 870 millones de éstas.

Respecto a esta planta, el ministro expresó que “si se producen botellas a gran escala, deben haber plantas a gran escala que las tomen y transformen en nuevas, de forma tal de tener una real economía circular, y eso es lo que hace esta planta”.