Carozzi, principal compradora de trigo candeal en Chile, compartió buenas prácticas en agricultura sostenible y cambio climático, junto a desafíos y oportunidades para el cultivo. Asimismo, premió a 9 agricultores y 2 agricultoras por su compromiso y contribución en el abastecimiento del cultivo y su compromiso en el trabajo del campo nacional.
Junto a más de 200 agricultores de la zona centro sur del país, Carozzi llevó a cabo una nueva versión de su tradicional Encuentro Anual con Agricultores de Trigo Candeal, en Parral, Región del Maule. De esta forma, dio inicio a la siembra de esta materia prima para el año 2024-2025.
En el encuentro realizado se analizaron diversas herramientas y buenas prácticas en torno a agricultura sostenible y cambio climático, junto a desafíos y oportunidades para este cultivo. Esto, a través de las charlas de Iván Matus, PhD en Mejoramiento Genético y Biotecnología, y Fernando Santibáñez, doctor en Bioclimatologia.
En esa línea, el gerente de Abastecimiento y Logística de Carozzi, Fernando Estebanez, afirmó que “dar inicio a esta temporada junto a nuestros socios estratégicos nos impulsa a continuar llevando al campo chileno buenas prácticas en materia de sostenibilidad”.
“Sabemos que tenemos grandes desafíos respecto al cambio climático y la escasez hídrica y son estos mismos los que nos mueven año a año a innovar a través de las últimas tecnologías, para generar un impacto positivo en las personas y el planeta”, agregó.
Agricultores obtienen reconocimiento de parte de Carozzi
En la ocasión, la compañía distinguió a 9 agricultores y 2 agricultoras por su permanente compromiso y contribución en el abastecimiento del cultivo de Trigo Candeal, Trigo Pan, Maíz y/o Avena y por su destacado compromiso en el trabajo del campo nacional.
Por su parte, el encargado de cereales del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), Alfredo Mariño -quien también participó en la jornada-, indicó que “este tipo de encuentros son vitales para entender los desafíos a los que nos enfrentamos hoy en el agro”.
“Hoy estamos en un escenario desafiante en cereales y es muy importante hacer esfuerzos conjuntos, desde la industria, agricultores y el Estado. Estar acá hablando de sostenibilidad, con técnicas concretas, es una herramienta fundamental para saber y entender formas de hacer una agricultura sostenible en el tiempo”, profundizó.
“Me siento muy feliz por haber recibido este premio y de estar en este encuentro que nos permite obtener conocimientos tecnológicos en el cultivo, además de compartir entre todos. Este reconocimiento es el fruto de un trabajo constante, de un gran equipo que aporta su granito de arena para que los resultados sean lo mejor posible. Siempre tratamos de dar el 100% de cada uno, a pesar de que existan factores externos que nos desafía constantemente, pero nada que nos detenga”, indicó Juanita Guajardo, una de las agricultoras premiadas.
En ese sentido, hoy en día Carozzi trabaja con más de 3.000 agricultores, impactando a más de 65.000 hectáreas de frutas, hortalizas, y cereales, entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía.
Trabajo con agricultores
La empresa participa en el cultivo del trigo candeal, trigo pan, avena, maíz y arroz, materias primas que son procesadas en cuatro plantas ubicadas en Nos, Lontué, Parral y Victoria, que involucran más de 41.000 hectáreas, 1.500 agricultores y más de 260.000 toneladas de cereales.
Además, desde su división agroindustrial, Agrozzi, procesan más de 800.000 toneladas de frutas y hortalizas, como tomates, manzanas, peras, duraznos, entre otros, con productos que llegan a más de 50 países en los 5 continentes.
Siguiendo la línea de su Estrategia de Sostenibilidad, cuenta con el programa Crecer Juntos, el cual bajo el concepto de Compartir Hace Bien, permite a los agricultores acceder a una escala comercial competitiva, mejorar su productividad y competitividad, realizando prácticas amigables con el medio ambiente.
Asimismo, fomenta el modelo de agricultura de contrato y cuenta con el modelo de descubrimiento de precios, que permite entregar mayor transparencia al proceso de comercialización, y mayores certezas al momento de definir el plan de siembra.
Acorde a ello, la agricultura de contrato les ha permitido a los agricultores acceder a beneficios e incentivos de diversa naturaleza entre los que se cuentan los asociados a la calidad del grano, financiamiento, asesoría técnica, entre otros.