El grupo BHP mostró interés por fusionarse con su competidora Anglo American. De esta manera, la minera anglo australiana propuso un intercambio de acciones con la empresa británica, lo que de concretarse, convertiría al conjunto en el mayor productor mundial de cobre.
Tras este anuncio, conocido en la tarde del miércoles las acciones de Anglo American (que se transan en la Bolsa de Londres) subieron más de un 16% este jueves, pasando de un precio cierre de £2,205.00 libras esterlinas a tocar máximos de £2,579.50.
BHP cuenta con una valoración en bolsa de US$148 mil millones, mientras que su competidora posee una capitalización bursátil por unos US$36 mil millones. La propuesta de BHP implicaría una cesión por parte de Anglo de sus actividades de producción de platino y de mineral de hierro en Sudáfrica.
Desde Anglo American, que también mantiene operaciones en Chile y posee la mina “Los Bronces”, afirmaron que su Consejo de Administración está revisando la propuesta con sus asesores, y que “no hay certeza” sobre la oferta de compra ni las condiciones de la misma, las que deberán formularse antes del 22 de mayo.
BHP y Anglo American: Un acuerdo gigantesco
Según señaló el analista de Finalto, Neil Wilson, si esta unión se llega a materializar, “crearía el mayor productor de minería y cobre del mundo cotizado en bolsa (…) No tengamos miedo de decir que es algo monstruoso“.
Wilson señala que la subida del jueves de las acciones de Anglo American, que hasta ahora no ha tenido un año muy bueno, “borra sus pérdidas bursátiles de los últimos doce meses”. La empresa británica anunció a principios de este año su intención de eliminar miles de puestos de trabajo en su negocio de platino en Sudáfrica.
“Está claro que BHP quiere hacerse con los activos de cobre”, continúa el analista, quien cree que este hecho no pasará desapercibido para las autoridades “dada la posición que ocuparían las dos empresas combinadas en el mercado del cobre”, equivalente a un 10% de la producción mundial.
Las propiedades del cobre, en particular su alta conductividad y su ductilidad, debido al hecho de poder deformarse sin romperse, lo convierten en un metal clave para la transición energética, permitiendo numerosos usos industriales como la composición de baterías de vehículos eléctricos.
En caso de materializarse, la operación también supondría un nuevo golpe para la Bolsa de Londres, que perdería un valor más de su índice emblemático FTSE 100.
La debilidad de la libra frente al dólar y la infravaloración de las empresas de la Bolsa de Londres en comparación con Wall Street hacen que las compañías que cotizan en la capital británica sean objetivos cada vez más frecuentes de las operaciones de adquisición.