“Si (Enami) fuera una compañía privada, no estaría en la UTI, sino en el cementerio“. Esas fueron las palabras del director ejecutivo de la consultora Núcleo Minero, Álvaro Merino, recogidas por Diario Financiero el jueves 4 de abril.
Justamente una semana después de estas declaraciones, la comisión de Minería y Energía del Senado se reunió de forma especial, viajando hasta la Fundición Hernán Videla Lira (FHVL, conocida como Paipote) para compartir con los trabajadores de las paralizadas instalaciones.
Luego, sesionaron en la Gobernación de Atacama, donde también participó el vicepresidente de la estatal, Iván Mlynarz, quien dio más detalles sobre el difícil panorama financiero de la compañía, expresando que entre 2024 y 2030, las proyecciones arrojan solo pérdidas.
Enami proyecta pérdidas hasta el 2030
En su exposición, Mlynarz compartió una tabla donde se proyecta que la Enami cerraría este año con -US$184,3 millones, levemente mejor que los US$200,9 millones en pérdidas del año anterior, según consigna Pulso.
Para el próximo año, el impacto en las arcas de la estatal sería de US$97,7 millones; US$81,2 millones en 2026, US$71,9 millones en 2027, US$77,8 millones al año siguiente, y la lista sigue con US$85 millones y US$93,1 millones en 2029 y 2030, respectivamente.
Y según el ejecutivo, tales proyecciones solo consideran la paralización de Paipote como “elemento de contención, no hay ningún plan adicional”.
Cierre de Paipote solo “atenúa” la crisis
Según afirmó Mlynarz ante la Comisión del Senado, “la paralización de la fundición no resuelve nuestro problema (pero) lo atenúa, lo achica de manera significativa, sino estaríamos hablando de pérdidas por US$200 millones cada año o un poco más”.
Además, el vicepresidente de Enami hizo énfasis en que la mayor presión financiera de la compañía viene dada ante el pago de deuda bancaria, la que en 2023 alcanzó los US$596 millones y que crecería hasta los US$784 millones durante el año.
Incluso, de los US$97,7 millones previstos de déficit operacional para el 2024, un 69% del total, equivalentes a US$67,1 millones, son por el pago de deudas según afirma Pulso de parte de Mlynarz.
“El próximo gran problema que tiene la Enami se llama deuda. Los casi US$600 millones actuales y los más de US$780 millones (de este año) generan un servicio de la deuda que para la empresa es una mochila muy grande, y esa deuda fue construida por varias administraciones y tenemos que buscar una solución”, apuntó.
Enfrentar el problema
Por todo esto, el ejecutivo de Enami comentó que se vuelve muy necesario resolver la crítica situación financiera y traer inversiones para impulsar otros proyectos, “porque si no la crisis en la que hoy se encuentra Enami no se va a resolver”.
“Vamos a quizás entregarle al próximo gobierno el problema, aplicando algún tipo de paliativo, pero creo que no es la solución (…) Si pateamos esto para el próximo gobierno, es un mal negocio para el país, para la Enami, pero sobre todo a los pequeños mineros les va a seguir perjudicando”, sostuvo.
Según recordó Pulso, en la última entrega de resultados de la compañía estatal se plantearon algunas soluciones como la venta de stock de baja rotación por US$22 millones.
También está la alternativa de reestructurar la deuda, siendo el 14 de noviembre cuando recibió la autorización para financiamiento bancario por hasta US$400 millones, y el 7 de febrero la Dirección de Presupuestos le dio una garantía de crédito por hasta US$100 millones, con tal de conseguir nueva deuda financiera.