Las cerca de 10 millones de toneladas de acero que exporta China han golpeado fuertemente a mercados dentro del continente, haciendo que la "crisis del acero" sea parte de la discusión pública en distintos países. Dentro de Chile, el episodio de la Siderúrgica Huachipato ha terminado en el anuncio de la suspensión de operaciones de una empresa clave para la economía de la región del Bío Bío y la industria nacional, poniendo en riesgo más de 2 mil puestos de trabajo directos y un total de 20 mil personas que podrían perder su fuente de ingresos.
“Latinoamérica se inunda de acero chino”. Este es el titular de un video de la Asociación Latinoamericana de Acero (Alacero), donde entregan algunas cifras sobre las exportaciones de este recurso por parte de China, las cuales se han multiplicado por varias veces en los últimos 20 años.
“Mientras que América Latina ha aumentado su producción (de acero) un 4% desde el año 2000, China lo ha hecho un 693%“, añaden desde Alacero, mostrando la magnitud del crecimiento de la manufactura china, a la que los diversos países de esta parte del globo, simplemente no pueden igualar.
Y esta situación se ha hecho más patente en el país luego de los diversos llamados de ayuda, en el último tiempo, de la Compañía Siderúrgica Huachipato, emplazada en Talcahuano, región del Bío Bío.
Sin embargo, luego de que la llamada Comisión Antidistorsiones recomendara imponer sobretasas al acero chino (de ciertas empresas) por alrededor de un 15,3% promedio, tras encontrarse indicios de “dumping”, se entregó la noticia que todos esperaban no oir: La histórica Huachipato suspendería sus operaciones indefinidamente.
Según el presidente de la Cámara de la Producción y del Comercio de la región del Bío Bío, Álvaro Ananías Itaim, en declaraciones a Agencia EFE, el ecosistema acerero en la zona (el cual está tendiendo de un hilo luego del anuncio de suspensión de operaciones de la Siderúrgica), “funcionaba razonablemente bien hasta que China, que no tenía una industria productiva de acero, empezó a fabricarlo y pasó de ser un gran importador a un gran exportador mundial”, agregó.
Acero “Made in China” a montones
La República Popular China es la segunda mayor economía a nivel global y hasta hace poco era el país más poblado del mundo, hasta que fue superado por la India.
Durante las últimas décadas, el gigante asiático ha venido experimentando un crecimiento gigantesco que no solo se ha manifestado en su capacidad de producir millones de productos bajo la marca “Made in China”, sino también en la expansión de sus ciudades y la construcción de viviendas e industria.
¿Y cuál es uno de los materiales necesarios para el sector inmobiliario e industrial? Justamente el acero.
Y es ese mismo acero que el gobierno chino ha subsidiado, haciendo que los costos para producirlo bajen y por ende, pueda producirse en mayor cantidad (respondiendo a la propia demanda del mercado interno) e incluso exportarse a precios más bajos, sin apegarse necesariamente a altos estándares de calidad en materia de emisiones y aspectos medioambientales.
Ahora bien, respecto a las ventas al extranjero, en el 2000 se exportaban unas 85 mil toneladas de acero chino a América Latina. Actualmente, la cifra asciende a las 10 millones de toneladas según Alacero.
Y en el caso de nuestro país, “China produce en 10 horas la misma cantidad de acero que Chile produce en 1 año”, afirman desde la Asociación.
Siderúrgicas latinoamericanas se resienten
Según declaró a EFE el director ejecutivo de Alacero, Alejandro Wagner, Brasil es el gran productor de acero en Latinoamérica, el noveno del mundo, y quien peor la estaría pasando en medio de la “ola de acero chino” en esta parte del continente.
“El año pasado (Brasil) tuvo récord histórico de importación de acero chino“, afirmó Wagner.
Y en este sentido, el Gobierno de aquél país decidió abrir el 1 de marzo una investigación por supuesta competencia desleal en las importaciones de chapas de acero al carbono. Todo luego de una denuncia de la Companhia Siderúrgica Nacional (CSN), quien alega que los productos provenientes del país asiático son 44% más baratos del precio habitual.
Además, la Siderúrgica Gerdau anunció hace unas semanas que suspenderá por cinco meses, y a partir de abril, 50 de sus 380 trabajadores en la planta de São José dos Campos, alegando una “fuerte competencia de china” y con tal de garantizar estabilidad laboral para el resto de colaboradores, según exame.
Quien si tomó duras medidas antidumping fue México; subiendo los aranceles de importación al acero del 25%, en línea con las cifras en Estados Unidos y por sobre las tasas de Europa (22%), comentó Wagner a EFE.
Y dentro de esta crisis también está Argentina, quien además debe enfrentar el descalabro económico acarreado en los últimos años y la retracción en sectores como la construcción o la industria automotriz.
Dentro del país trasandino, Acindar anunció que paralizará durante un mes la producción en sus cinco plantas tras una caída de entre el 35% y el 40% de las ventas en los últimos meses.
“(Acindar) Es una compañía que tiene más de 80 años, entonces la Argentina lamentablemente ha atravesado a lo largo del tiempo muchas crisis y esta no va a ser la excepción”, dijo el gerente de relaciones institucional de la empresa, Facundo Velasco, en diálogo con La 100 de Villa Constitución y citado por Perfil.
¿Qué pasará con Huachipato?
Esa es la pregunta que se hace la comunidad del Bío Bío: empresarios, actores sociales y políticos, pero sobre todo, los más de 2 mil trabajadores de la Siderúrgica.
Luego de que se conociera la decisión de suspender las actividades de la empresa, su presidente, Julio Bertrand, explicó que “en el fondo, se concreta el cierre de Huachipato en un lapso de tres meses, que nosotros le llamamos una suspensión indefinida, porque en ese período de tres meses nosotros sí podríamos revertir la decisión“.
Por parte del Gobierno, la persona designada para encausar el trabajo es el ministro de Economía, Nicolás Grau, quien previamente ya había visitado la empresa en Talcahuano. Si bien se ha mostrado dispuesto a estudiar vías alternativas a las sobretasas, también advierte que “no existe una bala de plata” o anuncio único que pueda resolver los problemas financieros de Huachipato.
Desde CAP (dueña de la usina) las señales apuntan más a “mitigar de la mejor forma posible las consecuencias de la decisión de suspender indefinidamente las operaciones de la Compañía Siderúrgica Huachipato, y seguiremos poniendo todo el esfuerzo de nuestra parte en este sentido”, según expresó el presidente del grupo empresarial, Juan Enrique Rassmuss, en su carta dentro de la Memoria Integrada 2023.
Incluso, se puede decir debido a esta decisión el mercado y los inversores “premiaron” a la Compañía de Acero del Pacífico en la bolsa, ya que las acciones de la misma subieron 1,75% pasados las 11:15 horas del día siguiente al anuncio ($7.090 por acción); y previamente cotizaron a un 2,15% al alza ($7.118).
Todo esto, posiblemente con la esperanza de que ello se traduzca en menores pérdidas para el Grupo CAP, ya que la Siderúrgica estaba perdiendo al día “cerca de US$1 millón”.
Finalmente, el trabajo de la llamada Comisión Antidistorsiones está siendo foco de críticas por parte de algunas empresas, a la vez que se conoció mediante el acta de la sesión donde se decidieron las sobretasas, que tanto los representantes de la Fiscalía Nacional Económica y del Banco Central se mostraron contrarios al voto de sus pares en la Comisión, argumentando aspectos técnicos.