Posterior al impacto que significó las rebajas en diversas clasificaciones y perspectivas por parte de S&P, Fitch y Feller, el Grupo Falabella decidió comenzar una serie de despidos en tres países de Latinoamérica.
Se trataría de Chile, Perú y Colombia, donde según fuentes a las que tuvo acceso Bloomberg Línea, se desvinculó al menos 400 personas en estos mercados, afectando a un 0,5% de todo el capital humano de la empresa.
Fue el 20 de noviembre, al darse a conocer la baja en la clasificación de Fitch, que desde la alta administración de la empresa abogaron por “fortalecer la situación financiera de la compañía en el menor tiempo posible, lo que debería traducirse en una vuelta a Investment Grade (grado de inversión), luego que Fitch Ratings le rebajara la clasificación a BB+”, más conocido como “bono basura”.
Según declararon desde Falabella a Bloomberg Línea, han buscado que el proceso de despidos se realice de forma “respetuosa”, buscando otorgar “beneficios (a las personas desvinculadas) que los ayuden a amortiguar esta situación”.
“Agradecemos la experiencia y aporte que estos trabajadores entregaron a la compañía”, añadieron.
Cambios en Falabella para mejorar su situación financiera
El retroceso del consumo, la abultada deuda que posee, entre otros aspectos, han resultado en que Falabella tome cierto tipo de medidas para mejorar sus números, los cuales han sido para el olvido durante el último año.
Revisión de gastos, cierre de tiendas, despidos de personal e incluso la venta de ciertos activos inmobiliarios han sido algunas de estas decisiones. Por medio de esta última esperan recaudar un máximo de US$1.000 millones.
A todo lo anterior se suma un cambio en la estrategia digital de Falabella, pasando a dar más protagonismo a cada una de sus filiales (Falabella Retail, Tottus, Sodimac), además de la renuncia de quien fue CEO de la compañía por cinco años, Gastón Bottazzini.