El endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande repuntó este martes un 28,13% en su regreso a la Bolsa de Hong Kong, tras suspender el pasado jueves la cotización al revelarse que su presidente está “bajo vigilancia” en un lugar “designado”.
Las acciones Evergrande reanudaron el comercio hoy, tal y como anunció la compañía en un comunicado, y, mientras las del grupo repuntaron al cierre un 28,13%, las de su filial de gestión inmobiliaria, Evergrande Services, cayeron un 1,56%.
El índice de referencia de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, cerró por su parte con pérdidas del 2,69%, después de que el sector inmobiliario terminara a la baja.
El retorno al parqué hongkonés se produjo después de que la compañía confirmara el jueves que había recibido “una notificación de las autoridades” que indicaba que su presidente, Xu Jiayin, conocido también como Hui Ka-yan, era sujeto de “medidas obligatorias de acuerdo con la ley por la sospecha de actividades ilegales”.
Ese día, Bloomberg reveló en exclusiva que Xu, quien llegó a ser el hombre más rico de China y uno de los primeros millonarios del país en practicar la filantropía, se encuentra desde este mes “bajo vigilancia” en un lugar “designado”.
The Wall Street Journal publicó el lunes que el empresario está siendo objeto de una investigación por ser sospechoso de transferir activos al extranjero mientras la compañía afrontaba dificultades para completar proyectos.
Las autoridades chinas no han especificado los motivos de la investigación.
Incertidumbre
La situación de Xu añade incertidumbre al futuro de la que es la inmobiliaria más grande de China, que podría entrar pronto en un proceso de liquidación.
Evergrande presentó en agosto una solicitud de quiebra en Estados Unidos y la pasada semana anunció que no puede emitir nueva deuda tras aplazar en varias ocasiones sus reuniones con los acreedores que deben aprobar su plan de reestructuración.
Según cuentas divulgadas este verano por la compañía, sus pérdidas netas ascienden al equivalente de más de 80.000 millones de euros desde principios de 2021 hasta mediados del presente ejercicio.
Al cierre de junio, Evergrande presentaba un pasivo total de 2,39 billones de yuanes (unos 311.174 millones de euros).
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que, como Evergrande, habían acumulado un alto nivel de deuda apoyando durante años su crecimiento en agresivas políticas de apalancamiento.
En los últimos meses, ante la crisis en el sector, el Gobierno chino ha cambiado su tono y ha anunciado diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras.