En medio de la crisis que afecta a las isapres, la Clínica Alemana -donde al menos el 85% de los pacientes proviene de ese sistema- limitó los convenios con dos de ellas.
Por el riesgo de no pago, informó Pulso, la clínica suspendió el convenio de hospitalizaciones con Consalud y Nueva Masvida (no así para atenciones ambulatorias).
En conversación con el citado medio, Cristián Piera, gerente general de Clínica Alemana, afirmó que preveían la crisis de las isapres.
Por ello, comentó, congelaron sus inversiones.
“Las redujimos (las inversiones) en promedio un 40%. También acudimos a los bancos para conseguir financiamiento extraordinario y reforzamos las atenciones remotas”, señaló.
Para evitar consecuencias, por ejemplo, suspendieron la construcción de edificios en Vitacura y Lo Barnechea.
Conforme al análisis de Piera, por cada isapre que eventualmente quiebre, serían “al menos 200 mil los afiliados que se tienen que ir al seguro público”.
“Esperamos que los legisladores puedan llegar a una solución, no por las isapres, sino por los afiliados”, dijo.
Reveló que por todo, existe una preocupación por parte de los profesionales de la salud.
“Nuestros médicos nos preguntan y los pacientes les plantean la misma inquietud”, sostuvo en el diálogo con Pulso.
Ante la incertidumbre, junto con haber detenido las inversiones, solicitaron créditos bancarios. La posible quiebra de las isapres haría caer la actividad de la clínica en un 75%.
“La deuda y el estrés financiero del sistema es gigante. Nosotros esperamos que finalmente el tema se resuelva dentro del nuevo plazo que otorgó la Corte Suprema”, opinó el ejecutivo.
“Creemos que el modelo de salud que se defina como país debe tener mucho de prevención”, finalizó.