La crisis sigue golpeando a la gigante del retail, el Grupo Falabella, que luego de informar millonarias pérdidas durante el último año, ahora registra más de 4 mil despidos en tres meses.
Según publicó La Tercera, entre enero y marzo de este año, la empresa pasó de tener 91.278 empleados a 86.981, es decir, 4.297 trabajadores menos. Con esto, totaliza 7.535 personas menos desempeñándose en sus tiendas, incluyendo Banco, Tottus, Sodimac, entre otros.
La firma ha dejado ir funcionarios en la mayoría de sus mercados -excepto en India y Estados Unidos-, registrando las mayores caídas en Chile y Perú. Según la publicación del medio nacional, en territorio nacional la cifra de despidos llega a 1.752, mientras que en Perú es de 2.171 desvinculaciones.
A esto se le suman 215 personas menos en Colombia; 25, en Argentina; 103, en Brasil; 33, en Uruguay; 20 en China, y seis menos en México. Movimientos que tributan al objetivo de Falabella, que es reducir un 5% el gasto en salarios.
Ahorro que se hace necesario, considerando que entre enero y marzo de 2023, la empresa obtuvo pérdidas por más de $60 mil millones, mientras que los ingresos al año cayeron en un 6,3% con US$3.476 millones, informó Diario Financiero.
Según el retail, la caída de los segmentos retail, en específico sobre “Mejoramiento del Hogar” y “Tiendas por Departamento” explicaría esta contracción. Además, la disminución del consumo posterior a los efectos en la liquidez que provocaron los retiros de las AFP también golpeó a Falabella, a la vez que los costos seguían al alza, destacaron desde el medio especializado.
Gaston Bottazzini, gerente general de Falabella, comentó vía comunicado que durante el primer trimestre la organización enfrenta la mencionada desaceleración del consumo junto con un escenario económico complejo. “Por ello, nuestros esfuerzos se han centrado en ejecutar el plan de eficiencia con más del 90% de las iniciativas completadas a seis meses de su puesta en marcha”.
Además, el CEO se refirió al plan anunciado sobre contención de gastos, por medio del cual planean normalizar los niveles de inventario, con tal de enfrentar el resto del año con menores presiones sobre los márgenes.