El organismo suizo regulador de los mercados financieros estudia si es posible exigir responsabilidades a la dirección del banco Credit Suisse por su debacle y venta forzada a su rival UBS hace una semana, dijo hoy la responsable de la entidad pública.
“No somos una autoridad penal, pero estamos explorando las posibilidades que corresponden”, señaló la presidenta de la Autoridad Federal de Supervisión de Mercados Financieros (FINMA) en Suiza, Marlene Amstad, en una entrevista al diario suizo NZZ am Sonntag.
La decisión de abrir un proceso contra la cúpula ejecutiva de Credit Suisse todavía no está tomada, indicó, tras señalar que la prioridad ahora es garantizar que la fase de transición para integrar Credit Suisse en la estructura de UBS se realice con éxito, y de este modo garantizar la estabilidad financiera en su conjunto.
En vista de que esta fusión hará de UBS un banco de proporciones inéditas -se calcula que pesará el doble del PIB suizo, que se eleva a unos 800.000 millones de euros-, el regulador helvético deberá revisar las exigencias que se le harán en materia de capital y liquidez, que son específicas en el sistema financiero para una treintena de bancos de alcance global considerados demasiado grandes para caer (“too big to fail”).
“Las exigencias van a aumentar, aunque habrá ciertos plazos de transición que serán necesarios”, señaló Amstad.
La responsable comentó que la venta precipitada y forzada de Credit Suisse a su competidor para evitar un colapso total ha abierto la discusión para que la FINMA cuente con nuevos instrumentos de intervención, como la posibilidad de poner multas o que se establezca un régimen de ejecutivos senior para que las responsabilidades sean más fáciles de dilucidar.
“Frecuentemente no era fácil saber quién era responsable de qué”, reconoció.
Por otra parte, la ministra suiza de Finanzas, Karin Keller-Sutter, ha informado en declaraciones a la prensa local que Credit Suisse ha retirado varios miles de millones de francos de la liquidez que puso a su disposición el Banco Nacional de Suiza.
Explicó que este dinero era necesario porque los clientes en Suiza y en el extranjero continuaron retirando sus fondos del banco y otros establecimientos del extranjero le exigieron garantías.