Desde que la empresa china Shein irrumpió en el mercado online, no paró de crecer; y hoy es uno de los sitios de ventas de ropa y accesorios con más demanda a nivel mundial.
La tienda fue fundada en 2012 y actualmente es rival directo de, por ejemplo, Zara y H&M.
Su éxito radica en su amplio catálogo, precios convenientes y en el desarrollo de una inteligencia artificial que hace que se “conecte” a la perfección con sus clientes.
De acuerdo a DW, Shein cada día incorpora a su catálogo al menos 500 prendas nuevas.
“Moda ultrarrápida, increíblemente barata y una experiencia de compra potencialmente adictiva”, redactó ese citado medio en relación al boom de esta empresa.
Los misterios que rodean el CEO de Shein
Pero alrededor del “imperio” de Shein ronda un “misterio”, porque poco se sabe de la mayor cabeza tras esta plataforma.
Conforme a reportes de prensa internacionales, el actual CEO de esta compañía es uno de sus fundadores, Chris Xu (39 años). Se estima que junto con sus tres socios amasaron una fortuna cercana a los US$40 mil millones (hasta mediados de 2022).
Xu no da entrevistas, tampoco participa en foros empresariales comentando cómo desarrolló la empresa y son pocas las fotografías que circulan de él.
Incluso, El Mundo -uno de los medios más leídos de España- fue más allá: redactó que hasta puede que Chris Xu “ni exista”.
“(…) Casi no existe información rastreable o comprobable sobre el paradero del supuesto magnate”, consignó.
Todo en torno a este empresario resulta enigmático: sería uno de los multimillonarios más grandes del mundo, pero no figura en algún ranking.
Algunos trascendidos precisan que sería estadounidense de origen chino y que habría estudiado en la Universidad de Washington. Pero no se tiene certeza de ello; tampoco si vive o no en China.
Diario El País, por su parte, atribuyó el auge de Shein a los conocimientos de Chris Xu en marketing, análisis de datos y comercio online.
En paralelo, el gobierno de China siempre pone presión -e incluso trabas- a los empresarios del gigante asiático que consiguen grandes éxitos, como fue en el caso de DiDi y Alibaba. En cuanto a Shein, no existen registros de que Pekín haya actuado de la misma forma con Xu.
Otro trascendido, del que tampoco se tiene confirmación, es que el CEO de Shein pide a todos sus proveedores que sus dependencias no queden a más de cinco horas de distancia de su oficina principal, la cual se desconoce su ubicación.
Parte de su fortuna radicaría en que tiene fama de ser responsable con los pagos y cumplir al pie de la letra con los contratos, lo que genera que los proveedores se mantengan permanentemente ligados a Shein.
No obstante, las prácticas de las fábricas seleccionadas por Xu han sido cuestionadas por aplicar largas jornadas laborales y pagar bajos salarios. Algo que, en su condición de anonimato, claramente nunca abordará públicamente.