Un tribunal australiano multó a Samsung Australia con 14 millones de dólares australianos (9,6 millones de dólares estadounidenses) por engañar a los consumidores sobre la resistencia al agua de varios de sus teléfonos móviles, informaron este jueves fuentes oficiales.
La filial de la tecnológica surcoreana alcanzó un acuerdo con la justicia tras admitir haber vulnerado las leyes de consumo australianas a través de varios anuncios donde publicitaba de manera engañosa la resistencia de sus celulares.
“La multa es un fuerte recordatorio a las empresas de que todo lo que se afirma respecto a un producto debe tener sustentado”, dijo en un comunicado Gina Cass-Gottlieb, presidenta de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC), el organismo regulador que demandó a Samsung en 2019.
Samsung Australia realizó una campaña publicitaria en las redes sociales, internet y sus tiendas, entre marzo de 2016 y octubre de 2018, promoviendo que los modelos S7, S7 Edge, A5 (2017), A7 (2017), S8, S8 Plus y Note 8 Samsung Galaxy podían usarse dentro de las piscinas y en el mar.
Este campaña publicitaria en Australia, donde se vendieron 3,1 millones de estos aparatos, se llevó a cabo a pesar de que Samsung ya había adoptado los pasos para mitigar los problemas de corrosión causadas en puerto de carga de la batería debido a la exposición de sus celulares al agua.
En el proceso judicial, Samsung Australia admitió que si los mencionados teléfonos eran sumergidos en las piscinas o el mar, sus puertos de carga de la batería podrían tener problemas de corrosión o malograrse si se cargaban mientras los aparatos estuviesen mojados.
“Revisamos centenares de quejas de los consumidores que reportaron que habían experimentado problemas con sus teléfonos Galaxy después de que éstos estuvieran expuestos al agua y, en muchos casos, reportaron que sus celulares Galaxy dejaron de funcionar totalmente”, manifestó la presidenta de la ACCC.