Los ciberdelincuentes son cada vez más sofisticados y buscan botines más ambiciosos en personas, empresas e instituciones, alertó el jefe global de riesgos de la compañía de tecnología de pagos Visa, Paul Fabara, quien apostó por invertir en tecnología para estar siempre un paso por delante de los ladrones.
La pandemia provocó que millones de personas y negocios se iniciaran en el comercio electrónico y con ello aumentó el riesgo de fraude y ciberdelitos, y se hizo necesario apostar por una seguridad de vanguardia en las transacciones financieras.
“La mayoría de los delincuentes son mucho más sofisticados en términos de herramientas, capacidades y conocimientos. Y se están metiendo más en el ataque de denegación de servicio o DDos y más específicamente en el ‘ransomware’ (secuestro de datos)” para poder obtener un rescate, dijo Fabara en entrevista con Efe.
Por ejemplo, los intentos de delitos informáticos en Argentina aumentaron un 60% en 2020, primer año de la pandemia, según los datos de la Asociación Argentina de Lucha Contra el Cibercrimen, y en España el 28% de los usuarios de internet sufrió una incidencia de ciberseguridad grave en el primer semestre de 2021, según un estudio de ObservaCiber.
Para reducir al máximo las opciones de éxito del fraude y los ciberdelitos, Visa ha invertido más de 9.000 millones de dólares en los últimos cinco años y cuenta con un equipo de más de 1.000 personas que controla constantemente lo que sucede en el ecosistema cibernético de pagos.
Delincuentes de caza mayor
El directivo de la multinacional tecnológica reconoce que con la llegada de millones de nuevos clientes las amenazas han aumentado y no cree que vayan a “disminuir pronto”, sino todo lo contrario, pues estos ladrones tienen acceso a la “misma tecnología” que las grandes firmas del sector.
Por eso, cree importante ser “muy humildes” y ser conscientes de que no se pueden “dormir en los laureles” porque los ladrones son “cada vez mejores y tenemos que tener la guardia alta en todo momento”, aunque no prevé un incremento en el porcentaje de delitos con relación a las transacciones.
“Creo que los ladrones seguirán siendo muy activos en el espacio de comercio electrónico y muchos de ellos con el tiempo creo que pasarán a una delincuencia más grande”, indicó.
La llegada de la computación cuántica al sector hará que todo se vuelva “mucho más interesante”, pues si una computadora ordinaria podría demorarse 92 años en descifrar un código de ocho caracteres con la nueva tecnología ese número se “reduce drásticamente”, dijo.
Pero avisó de que más allá de empresas e instituciones muchos ciberdelincuentes podrían poner de nuevo la mira en los individuos, que podrían ser también víctimas de secuestros de datos, por lo que la población en general debe protegerse.
“Capas” de seguridad
Fabara, que antes de ingresar a Visa en 2019 había trabajado en American Express y Barclay’s, resaltó que las barreras para frenar estos intentos de fraude y delitos cibernéticos están ahí y funcionan.
A su equipo de un millar de personas, que monitorea, escanea y revisa los sistemas para detectar actividades sospechosas y vulnerabilidades, le suman la inteligencia artificial, en la que han invertido 500 millones de dólares para detectar el fraude a través de su amplia base de datos de miles de millones de operaciones.
Le han agregado más “capas” a la seguridad y los datos de los clientes están protegidos allá donde se realizan las transacciones por medio de una autentificación anclada en tokens, lo que reduce el riesgo de robo de identidad.
Para este directivo de origen ecuatoriano la educación en esta materia también es clave y se congratuló de que, al mismo tiempo que se produjo un trasvase al comercio electrónico, la pandemia también aceleró de “forma dramática” la necesidad y el interés por aprender de las personas, además de que cinco años de formación se comprimieran en unos pocos meses.