McDonald’s, un símbolo cultural estadounidense, anunció este martes que cierra temporalmente sus 850 locales en Rusia y pone sus operaciones “en pausa” porque no pueden “ignorar el innecesario sufrimiento causado a Ucrania”.
Un comunicado emitido por la empresa explica que esta medida afectará a los 62.000 empleados que la cadena tiene en todo el territorio ruso, a los que se seguirá pagando los salarios, además de proveedores y otros socios en el negocio de la alimentación.
McDonald’s recuerda que lleva más de 30 años operando en el país y que sus restaurantes pueden preciarse de dar servicio a “millones de rusos diariamente”.
El comunicado con el cierre de las franquicias ha sido enviado a cada uno de los locales afectados y a sus empleados, asegura la compañía, que afirma que su prioridad número uno desde el comienzo del conflicto “ha sido y es la gente”.
“Como empresa, nos unimos al mundo para condenar la agresión y la violencia, y rezar por la paz”.
El comunicado recuerda que los restaurantes de la cadena en la misma Ucrania también han sido cerrados en gran parte, pero sus empleados siguen cobrando sus salarios completos.
McDonald´s y Coca Cola, la otra empresa identificada con el poderío comercial y cultural estadounidense, han recibido los pasados días presiones para interrumpir su actividad en Rusia, paso que ya han dado otras empresas, tanto tecnológicas como financieras o del sector textil.