A pesar de las campañas impulsadas por el Gobierno para incentivar la mano de obra agrícola, la falta de trabajadores se ha convertido en un dolor de cabeza para los empresarios del sector, con cerca de un 50% de déficit en relación al promedio de temporadas anteriores.
A esta problemática se suman también los altos costos de producción que ha provocado la pandemia y las restricciones sanitarias, dado que productos como fertilizantes o herbicidas han subido al doble o hasta el triple -en algunos casos- sus valores.
La falta de trabajadores ha hecho que los mecanismos de producción cambien, por ejemplo, cosechando la fruta con máquinas. Sin embargo esto provoca una pérdida para los agricultores.
Álvaro Gática, productor de arándanos de la región de Ñuble, ha tenido que exportar fruta congelada, lo cual le perjudica directamente debido a que los valores de venta son hasta un 60% más bajos.
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En este contexto se genera la incertidumbre sobre las pérdidas que puede producir para el sector esta contingencia.
Cristian Muñoz, presidente de la Asociación Gremial de Productores y Exportadores de Hortalizas de Chile, considera que este aspecto se puede enfrentar con una mejor oferta salarial, y no incide tanto como otras variables externas, tales como la crisis hídrica.
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Por su parte, Jorge Valenzuela, presidente de la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), advierte que pese a que los sueldos del sector se han elevado, esto no ha revertido el déficit de mano de obra, derivando además en un mayor costo de producción.
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No obstante las dificultades, el cierre de temporada 2021 de cítricos tuvo cuentas alegres ya que se exportaron 322 mil 200 toneladas, según cifras del Comité de Cítricos de Chile.
La cifra equivale a un alza del 9% respecto al año anterior. El principal mercado de destino fue Estados Unidos que recibió el 87% del total de los embarques.