Rajo Inca es el nombre del ambicioso proyecto de Codelco División Salvador, el cual permitiría pasar de una faena subterránea a una a rajo abierto.
Actualmente, Rajo Inca se encuentra en revisión por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) desde octubre de 2018 y, de ser aprobado, generaría más de 1.500 puestos de trabajo en su fase de construcción.
El intendente de la región de Atacama, Patricio Urquieta; el gobernador de la provincia de Chañaral, Ignacio Urcullú; y el seremi de Minería, Cristian Alvayay, se reunieron con la gerencia zonal de la estatal, para recabar más antecedentes del proyecto.
“Actualmente este proyecto se encuentra en tramitación y desde el Gobierno del presidente Sebastián Piñera queremos acelerar todos esos procesos para que podamos contar con esta inversión lo antes posible, siempre y cuando no se sacrifique ningún estándar medioambiental (…)”, indicó Urquieta.
La autoridad confirmó que Rajo Inca generará un número de empleos muy importante, lo que calificó como “una buena noticia para la economía local”.
Empleo
Este proyecto asoma no sólo como una actualización para la estatal, sino que también como un potente motor para el desarrollo de la región de Atacama.
En cifras, la modernización traería consigo un aumento en un 9% en la empleabilidad en la zona gracias a la apertura de 1.500 nuevos empleos durante el período de construcción, privilegiando la contratación de mano de obra local y un aumento de 3% en el Producto Interno Bruto Regional.
A su vez, Rajo Inca aseguraría continuidad para la División Salvador por 40 años más.
Ricardo Sobarzo Ceballos, gerente de Sustentabilidad y Seguridad de la División Salvador, dijo que las obras se están desarrollando en distintas fases. Por el momento, son obras tempranas que contemplan la construcción de las vías de acceso de lo que va a ser a futuro Rajo, con un ancho de aproximadamente 35 metros para que operen los camiones de alto tonelaje.
En cuanto a inversión, el proyecto estima más de US$1.000 millones para conseguir un aumento del 50% de producción, asegurar la extracción de mineral por 40 años más y permitir que la localidad de El Salvador siga existiendo.