El presidente Sebastián Piñera lanzó oficialmente este martes el “Plan de Descarbonización” y confirmó que las 28 termoeléctricas que existen en Chile y que utilizan esa materia prima serán cerradas gradualmente, con plazo máximo el 2040.
En detalle, el carbón contribuye a generar -actualmente- poco más del 40% de la electricidad de nuestro país a través de esas 28 centrales, algunas pertenecientes a Enel, Colbún y Engie, esta última es una firma francesa que hace pocos días inauguró una planta en nuestro país.
El “Plan de Descarbonización” tiene como meta erradicar por completo el uso del mineral de aquí a 2040.
El Mandatario admitió que el cierre, o recambio de energía de estas centrales, generará pérdidas de fuentes de trabajo y que habrá que sortear el desafío de recapacitar o readecuar esa mano de obra.
“(…) Habrá que buscar un equilibrio, que no es fácil”, sostuvo. Argumentó que primará el bien mayor, que es medioambiental.
A renglón seguido, el presidente Piñera indicó que este plan también contempla evitar que se vaya a alterar el precio de la energía.
“Cada cinco años iremos revisando cómo continuar con este plan”, subrayó·
“La primera etapa contempla cerrar ocho centrales termoeléctricas de aquí a cinco años. En Iquique, una. En Tocopilla, cuatro. En Puchuncaví, dos; y en Coronel, una”, aseguró.
Esas centrales, una vez que dejen de operar, “quedarán en un estado operativo de reserva estratégica por cinco años”. ¿Qué significa eso?: que podrán ser llamadas a funcionar en caso de carencia energética.
“Ojalá no tengamos que llamarlas”, sentenció el jefe de Estado.
Por último, Piñera valoró que se van a “reducir las emisiones de contaminación local” con la descarbonización de la matriz energética de Chile.