Este jueves, durante una serie de asambleas, se definirá el inicio un eventual paro total de actividades por parte del sindicato de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), como respuesta al plan de desvinculación de más de 360 empleados.
La medida, informa La Tercera, llega como consecuencia de las duras bajas sufridas por la petrolera entre enero y septiembre de 2018, período en que anotaron pérdidas antes de impuestos por US$152 millones y una deuda por US$4.800 millones.
En concreto, la empresa adoptó un plan de ajuste para ahorrar costos, que habría probado ser insuficiente, por lo que anunciaron hace cerca de un mes el despido de cerca del 13% de la dotación de personal total. Al respecto, la ENAP manifestó que “para ninguna administración es grato llevar a cabo un plan de desvinculaciones, pero tenemos la convicción de que las medidas adoptadas son imperiosas y urgentes de realizar. Como equipo ejecutivo, nos corresponde poner la viabilidad de la empresa y el bien de nuestro país por sobre cualquier consideración o legítimo interés”.
Desde entonces, los trabajadores manifestaron su rechazo tanto en manifestaciones como en reuniones con el directorio. En este tiempo, según El Mercurio, la cifra inicial de 500 despidos ha disminuido hasta situarse en el margen de entre 360 y 400.
Sin embargo, el sindicato cuestiona entre otras cosas que la empresa no habría transparentado los motivos detrás de las desvinculaciones. En palabras del presidente del sindicato en Santiago, William Montes, “recibimos las mismas respuestas que en 2010 (cuando se desvincularon a 480 personas mediante un proceso voluntario) respecto al endeudamiento de la empresa, las pérdidas, el costo laboral, la estructura, la duplicidad de funciones y que las jefaturas tengan una amplitud mayor de gente a cargo”.
Ante LT expresó que “rechazamos esta medida, porque no somos responsables de la mala gestión que ha hecho la administración anterior, de Marcelo Tokman, donde tomaron decisiones cuestionables y contratos de dudosa procedencia, que finalmente significaron pérdidas para nuestra compañía”.
Acusó que la administración está enfrentando las pérdidas tomando “el camino más fácil, que es paralizar inversiones, vender activos y despedir trabajadores”.
Por lo tanto, advirtió que podrían paralizar las actividades si la empresa no cede a un plan de egreso voluntario y generar una estrategia que reduzca parte de las desvinculaciones.
“La empresa ha planteado que no puede ser menor la cifra, pero ninguna cifra nos deja conformes, nosotros nos quedaríamos tranquilos con un plan de egreso voluntario. Estamos conscientes de que hay un diseño organizacional pesado y que hay que agilizar algunos procesos, pero eso debe ser conversado con los trabajadores” planteó el dirigente a El Mercurio.
Dicho medio también adelantó que durante este miércoles los dirigentes expondrán su situación ante la Comisión de Minería y Energía del Senado.