El directorio de la firma controladora de Iansa definirá la semana entrante el futuro de la planta productora de azúcar en Linares. El jueves se reunirán para evaluar la continuidad de las operaciones para el próximo año.

Eximir a la compañía del pago del denominado impuesto verde, que le significan desembolsar 1.300.000 dólares anuales (alrededor de $860 millones), sería una de las alternativas que evitarían el cierre de la fábrica en la región del Maule.

El Gobierno, de hecho, evalúa eliminar ese tributo a la empresa y trabajar en un plan de cierre con plazo de dos años para, de esa forma, mitigar el impacto laboral y económico que significaría el cierre de la planta.

“Terminar con ese impuesto verde es la solución” aseguró el alcalde de Linares, Mario Maza.

Los trabajadores se manifestaron confiados en que la empresa revierta lo señalado la semana pasada, cuando anunciaron el fin de las operaciones.

El presidente del sindicato de trabajadores de Iansa, Ciro Tapia, pidió voluntad.

En caso de concretarse el cierre, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, se comprometió a planes de certificación, capacitación y reinserción laboral.

En particular, son los ministerios de Agricultura y Hacienda los que están analizando la posibilidad de eximir a Iansa del pago del impuesto verde el 2019. En caso de que esa sea la decisión, intervendrán contactándose con el directorio de la firma antes del encuentro del jueves.

El cierre de la planta en Linares dejaría a 4 mil trabajadores afectados.