La llegada de la multinacional Ikea, dedicada a la venta de muebles y decoración, generó reacciones en el mercado local, donde las cadenas que comparten dicho rubro podrían verse resentidas por la instalación de la empresa de capitales suecos en Chile.
Patricio Durán, académico de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, explicó al diario La Segunda, que cadenas locales como Homy o Casaideas “replicaron el modelo de negocios que tenía la firma sueca, de pasearse con un carro buscando ideas de diseño”.
Una idea que a juicio del consejero delegado de Penta Analytics, Francisco Rojas, trasciende al concepto del “vitrineo” y se posiciona como una experiencia que contempla aspectos como la ubicación de las tiendas Ikea, fuera de la ciudad.
“Sus tiendas superan los 1.000 metros cuadrados. Son muy grandes y por eso están siempre en las afueras de las ciudades. Ir a Ikea es una experiencia y esos amplios espacios permiten exponer diseños, combinaciones y productos de una forma que otras empresas no pueden”, dijo Rojas.
Pero las diferencias no sólo radican en espacios y metodologías de compra. Sergio Majluf, vicedecano de la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo, explicó que Ikea ha profundizado en el diseño y fabricación de productos propios, a diferencia de las cadenas nacionales que se limitan a la importación de marcas exógenas.