Andes Iron, la empresa detrás de Dominga, se vio obligada a un proceso de restructuración interna luego de que el Comité de Ministros confirmara el rechazo del proyecto minero-portuario que buscaba emplazarse en la región de Coquimbo.
El cambio de planes significó, primero, cerrar las oficinas ubicadas en el Centro Empresarial de la capital regional y limitarse a las emplazadas en la Plaza de Armas de La Higuera.
Además, conforme informó Economía y Negocios, Andes Iron desvinculó al 50% de su planta de trabajadores, quienes “cesarán sus labores desde fines de septiembre”. Las áreas de ingeniería, geología y administrativa serían las más afectadas.
Patricio Araya, presidente de la Asociación de Industriales de Coquimbo, lamentó los acontecimientos, ya que Dominga proponía emplear a 10 mil personas en su fase de construcción e invertir US$ 2.500 millones.