VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

El Gobierno francés descarta aumentar impuestos a los hogares para reducir el déficit público, mientras inicia conversaciones con partidos políticos para acordar el presupuesto de 2025. El ministro de Economía, Éric Lombard, busca consenso con distintas formaciones políticas para corregir un déficit que cerró 2024 en un 6,1% del PIB. Sin embargo, el Banco de Francia redujo la previsión de crecimiento económico al 0,9%. Se descarta subir impuestos a la clase media, manteniendo medidas fiscales a grandes empresas y luchando contra la elusión fiscal. El nuevo presupuesto debe aprobarse antes de marzo, destacando la necesidad de un compromiso colectivo por el bien del país.

Desarrollado por BioBioChile

El Gobierno francés dijo que no subirá los impuestos a los hogares para recortar el déficit público, coincidiendo con el inicio de las conversaciones con los partidos políticos para acercar posturas sobre el presupuesto para 2025.

El ministro de Economía, Éric Lombard, comienza este lunes una ronda de discusiones, empezando por el Partido Socialista y el centrista MoDem, que continuarán en los próximos días con otras formaciones, en busca de puntos comunes para intentar forjar un presupuesto.

El objetivo gubernamental es lograr el máximo consenso posible en unas cuentas públicas que corrijan el creciente déficit, que según las últimas previsiones habría cerrado 2024 en torno al 6,1% del producto interior bruto (PIB).

El Ejecutivo encuadró la discusión con una entrevista de la ministra de Cuentas Públicas, Amélie de Montchalin, que publica hoy Le Parisien, y en la que presenta el objetivo de que el déficit “no supere significativamente el 5%” de cara a llegar al 3% como muy tarde para 2029.

El objetivo se complica porque el Banco de Francia ha bajado su previsión de crecimiento económico para este año del 1,2% al 0,9%.

La ministra descartó cualquier subida de impuestos que penalice a los hogares clase media, especialmente una subida del IVA, y apostó por mantener algunas medidas previstas por el anterior Gobierno como el aumento de la fiscalidad a las grandes empresas, a la recompra de acciones por las corporaciones o a los tickets de avión.

También apuntó a luchar contra el abuso de los mecanismos de “optimización fiscal” que permiten a algunos contribuyentes “eludir de forma abusiva” sus obligaciones impositivas.

De Montchalin insistió en la urgencia, ya que el nuevo presupuesto debe estar aprobado para comienzos de marzo como muy tarde. “Nos hace falta lograr un compromiso y cada uno debe dar un paso” en esa dirección, recalcó.

“No será el presupuesto ideal de un partido, sino el del país”, resaltó.