El ministerio de Vivienda de China expresó su compromiso de continuar estabilizando el mercado inmobiliario en 2025, con el objetivo de revertir la crisis que ha experimentado en los últimos años.
Durante una conferencia sobre vivienda y urbanismo que concluyó este miércoles, el organismo anunció una serie de medidas destinadas a potenciar la demanda de viviendas, como la implementación de políticas que faciliten su acceso para los primeros compradores.
Los indicadores de este año apuntan a una recuperación del mercado inmobiliario, impulsada por un conjunto de medidas favorables a la vivienda, que han permitido una recuperación de las transacciones de hogares nuevos, según declaraciones de portavoces del Ministerio recogidas este miércoles por la agencia oficial Xinhua.
Para consolidar la tendencia, el Ministerio señaló que se tomarán medidas para “optimizar la oferta de viviendas”, con un control más estricto sobre la expansión de nuevos apartamentos, con el fin de mejorar la calidad de las mismas y garantizar que la construcción “responda a las necesidades de grupos como nuevos residentes urbanos, jóvenes o trabajadores migrantes”.
Los representantes del Ministerio también hicieron énfasis en la creación de un “nuevo modelo de desarrollo” para el sector inmobiliario, centrado en “aumentar la oferta de viviendas de alta calidad”.
El organismo gubernamental informó de reformas en el sistema de venta de viviendas, con el objetivo de pasar de la tradicional venta sobre plano, una práctica muy común en el gigante asiático, a la venta de viviendas ya completadas, según la agencia.
Crisis inmobiliario en China
Los precios de la vivienda nueva en China cayeron por decimoctavo mes consecutivo en noviembre, aunque lo hicieron a un ritmo más lento que en el mes anterior ante las cada vez más apremiantes medidas impulsadas por el Gobierno para apuntalar al sector.
En las últimas semanas, las autoridades chinas han seguido anunciando políticas para detener el desplome del mercado inmobiliario, un asunto que preocupa al Gobierno en Pekín por sus implicaciones para la estabilidad social, ya que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas.
En noviembre, el Ejecutivo anunció nuevas políticas fiscales para estabilizar el mercado inmobiliario, y ciudades importantes como Pekín o Shanghái tomaron la iniciativa al anunciar rebajas de impuestos a las viviendas de lujo.
Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es precisamente la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estimaba en torno a un 30%, según algunos analistas.