A pesar de que la ley de Presupuesto 2025 ya fue despachada, el Gobierno aún no ha ingresado la controversial reforma del impuesto a la renta.

Por lo tanto, el Ministerio de Hacienda continúa realizando reuniones con las pymes y el gran empresariado para llegar a acuerdos al respecto.

Reforma del Impuesto a la Renta

Recordemos que el proyecto venía contenido dentro de la reforma tributaria y el posterior Pacto Fiscal, pero finalmente y para que la discusión avanzara, el Ejecutivo optó por separarla del proyecto matriz.

Aunque el anuncio no es concreto, la propuesta del Ejecutivo plantearía rebajar el impuesto de primera categoría a un 25% y aumentar la carga tributaria que las pymes pagan desde la pandemia, pero esperando que no supere el 20%.

Sin embargo, aún no se establece un número concreto, según el presidente de la Multigremial Nacional, Juan Pablo Swett, quien afirmó que han sido dos reuniones en los dos últimos lunes, donde se ha avanzado poco.

Por ello, aún no hay claridad de parte del Ministerio de cuál va a ser la fórmula de impuesto de primera categoría a las pymes.

“Los ejemplos que se vieron hoy -ayer lunes- fueron principalmente con un 25% de tasa impuesto de primera categoría, que para muchas pymes no es aceptable. El llamado al ministro Marcel es que se avance en un número concreto, que las negociaciones tengan números exactos sobre la mesa y así podamos definir cuál va a ser este impuesto a las pymes en 2025″, sentenció Swett.

Hasta antes de que se despachara el Presupuesto 2025, los lineamientos de esta reforma se mantuvieron bajo un relativo secreto.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, previamente había señalado que el proyecto no perjudicaría a las pequeñas empresas. Además, sostuvo que uno de los objetivos sería dar un impulso al desarrollo de este sector.

“A veces empresas que son productivas, que son competitivas y de mediano tamaño, les cuesta crecer. Eso va a estar recogido en la propuesta del Ejecutivo, va a ser ampliamente beneficio para el mundo de las pymes”, comentó Marcel hace algunos días.

En lo que fue el debate inicial de la reforma del impuesto a la renta, las grandes empresas planteaban una tasa del 23% como la mayoría de los países de la OCDE.

Sin embargo, esta idea habría ido perdiendo terreno y el sector privado estaría dispuesto a acogerse a lo que plantea el Gobierno.