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El Estado ecuatoriano asumió el control del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), el segundo más importante del país, tras finalizar el contrato con un consorcio privado que lo administró por más de 20 años. El proceso de entrega culminó con éxito el 30 de noviembre de 2024, y el Ministerio de Energía liderará la gestión estratégica por seis meses. Este traspaso fortalece la soberanía energética y garantiza la continuidad de una operación eficiente y sin costo adicional. El Gobierno decidió no extender el contrato con la empresa OCP Ecuador S.A., en defensa de los intereses nacionales. El OCP, de 485 kilómetros de longitud y capacidad de transporte de 450.000 barriles diarios, une los campos de extracción con un puerto en Esmeraldas. Este movimiento clave para la economía nacional abre oportunidades para mejorar la capacidad de transporte de crudo y fortalecer la matriz energética del país.

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El Estado ecuatoriano asumió plenamente el control del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), el segundo en importancia del país, tras concluir un proceso de transición en el marco de la finalización del contrato de construcción y operación con un consorcio privado que lo administró por más de 20 años.

El Ministerio de Energía informó en un comunicado de que el proceso de entrega del OCP al Estado ecuatoriano “culminó con éxito el 30 de noviembre de 2024”.

El Ministerio de Energía, junto a otras entidades públicas, “liderará la gestión estratégica de los activos y recursos hidrocarburíferos de esta empresa por un período de seis meses”, añadió la fuente.

“Este es un traspaso ordenado y transparente que fortalece la soberanía energética y garantiza la continuidad de una operación eficiente, un servicio público de transporte de hidrocarburos sin costo adicional, respeto a los derechos laborales y contratos con terceros”, destacó el viceministro Guilhermo Ferreira.

Con este traspaso “el país asume una infraestructura clave para la economía nacional, abriendo oportunidades para mejorar la capacidad de transporte de crudo y fortalecer la matriz energética del país”, anotó la Cartera de Energía.

El pasado 10 de noviembre concluyó el contrato de operación de la tubería con el consorcio privado OCP Ecuador S.A., que buscaba una extensión del convenio.

“En defensa de los intereses nacionales”

El Gobierno ecuatoriano, hace un mes, aseguró que “en cumplimiento de sus atribuciones y en defensa de los intereses nacionales” decidió “no extender el contrato de operación” con la empresa OCP Ecuador S.A., debido a que la Ley de Hidrocarburos no permite la prórroga solicitada.

En febrero de 2001 el Estado ecuatoriano autorizó a dicho consorcio la construcción y operación de la tubería, cuya gestión comercial empezó en septiembre de 2003 con la descarga de 400.000 barriles de crudo ecuatoriano en el buque petrolero “Cabo Vírgenes”.

El OCP, de 485 kilómetros de longitud y capacidad de transporte de 450.000 barriles, une los campos de extracción de petróleo en la Amazonía ecuatoriana con un puerto de embarque ubicado en la provincia costera de Esmeraldas, en el Pacífico.

Este oleoducto corre paralelo a la principal tubería de transporte de crudo de Ecuador, el estatal Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), con capacidad de 500.000 barriles.

Ecuador produce unos 480.000 barriles diarios de petróleo que es uno de sus principales rubros de exportación, fuente de ingreso de divisas y base en la financiación del presupuesto del Estado.