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The Economist alerta sobre la creciente ola de robos de salmones en Chile, donde mafias habrían cambiado de rubro tras disminuir el robo de madera, afectando principalmente la región del Bío Bío. Con pérdidas millonarias y casos notables como el asalto a un frigorífico en Valparaíso, estas organizaciones delictivas se aprovechan de la alta demanda interna del producto. La publicación británica advierte que la situación no solo afecta a las empresas, sino que también podría derivar en problemas de salud pública, ya que el salmón robado puede llegar a los mercados en condiciones dudosas.

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Recientemente, el medio británico The Economist publicó una crónica titulada “The mafia’s latest bonanza: salmon heists” (La última bonanza de la mafia: el robo de salmones).

En el texto destacó las medidas aplicadas por el Gobierno y las policías para combatir el robo de madera, el cual ha disminuido considerablemente (nota de esta redacción: en Expocorma incluso los empresarios del sector afirmaron una baja del delito que supera el 90%).

Sin embargo, esas mafias habrían cambiado de rubro: ahora se estarían concentrando en robar cargamentos de salmón; y la publicación británica mencionó que esto estaría siendo más evidente en la región del Bío Bío.

“SalmonChile cifra que desde 2019 las pérdidas ascienden a más de $67.000 millones (…)”, especificó el semanario, que también aludió a la organización criminal que en marzo de este año asaltó un frigorífico ubicado en San Antonio, región de Valparaíso, y se adueñó de un cargamento de filetes de exportación avaluado en $600 millones.

Robo de salmón en Chile

En su nota, The Economist consignó que las medidas del Gobierno contra el robo de madera “pueden haber animado a las mafias madereras del país a centrarse en los cargamentos de salmón”.

Agregó que la sustracción de ese pescado “es más frecuente” en la región del Bío Bío, “que desde hace tiempo se encuentra entre las más afectadas por el robo de madera”.

Los camiones que desplazan el producto pueden llevar cargas avaluadas en hasta $200 millones.

Como existe alta demanda interna, a los ladrones les es fácil vender el salmón en mercados locales.

“La piscicultura es un gran negocio en Chile; y robar pescado también”, comentó The Economist, que a la vez destacó que esto se ha convertido en “un gran problema para el segundo mayor negocio de exportación” del país.

Esta situación, agregó el medio, no solo genera daño a las empresas, sino también a las personas, porque además este tipo de delitos podría generar un problema de salud pública.

“Los mercados están inundados de salmón robado, almacenado (y a veces procesado) en condiciones dudosas”, argumentó.

Por todo, The Economist remarcó que las mafias del salmón van “en alza” y que los robos a los camiones que transportan dichas cargas vienen aumentando paulatinamente desde 2018.