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El Banco Central decidió mantener el "Requerimiento de Capital Contracíclico" en un nivel del 0,5% de los activos ponderados por riesgo, como medida de resguardo ante posibles episodios de impacto en la economía local. La institución destacó que el escenario externo sigue siendo la principal fuente de riesgos, aunque la banca local ha gestionado el aumento del riesgo de crédito con provisiones y capital suficiente. A nivel internacional, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica han elevado la preocupación por tasas de interés a largo plazo y el endeudamiento de gobiernos y empresas. A nivel nacional, las bajas de la tasa de política monetaria se han reflejado en mejoras en indicadores financieros de hogares y empresas, aunque la actividad agregada del crédito bancario sigue débil. El Banco Central subraya la importancia de contar con un colchón de capital para enfrentar riesgos sistémicos y garantizar la provisión de crédito en caso de estrés financiero.

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Desde mayo del 2023, el Banco Central decidió activar el denominado “Requerimiento de Capital Contracíclico” para el sistema bancario local.

Esto se traduce en que las instituciones financieras deberán apartar un “colchón” de capital que se liberará en caso de “episodios que pueden tener un impacto significativo en la economía” y así evitar, por ejemplo, limitar el acceso al crédito para personas y empresas.

Y hoy, el ente emisor decidió, por unanimidad, mantener este requerimiento en un nivel del 0,5% de los activos ponderados por riesgo.

Para el Consejo del Banco Central, la decisión tuvo como base el hecho de que el escenario externo sigue siendo “la principal fuente de riesgos para la estabilidad financiera local”.

Por otro lado, la banca local “ha continuado gestionando el aumento del riesgo de crédito y cuenta con provisiones y capital suficiente para enfrentar eventos adversos”.

Banco Central mantiene requerimiento de capital a la banca

A nivel internacional, aunque las tasas de interés comenzaron a bajar en Estados unidos, las tensiones geopolíticas y “el alcance e impacto de potenciales políticas económicas y comerciales” han elevado la incertidumbre.

Con ello, está la posible extensión de tasas de interés a largo plazo en niveles altos y el mayor endeudamiento de gobiernos y empresas.

A nivel nacional, el ente emisor destaca que las bajas de la TPM se han ido traspasando a las tasas de corto plazo, mejorando en general los indicadores financieros de hogares y empresas.

Sin embargo, en su comunicado destacan que la actividad agregada del crédito bancario sigue débil, en especial por factores de demanda. Ejemplo de ello es que las colocaciones comerciales y de consumo se contraen -aunque los flujos de nuevos créditos se estabilizaron-, mientras que el crecimiento de los hipotecarios sigue en desaceleración.

“La banca local ha continuado gestionando el aumento del riesgo de crédito y cuenta con provisiones y capital suficiente para enfrentar eventos adversos. El sistema bancario ha fortalecido su base de capital en el proceso de implementación de las exigencias de Basilea III y cuenta con colchones de capital que contribuyen a aumentar la resiliencia para sostener la provisión de crédito ante la materialización de riesgos sistémicos”, detallaron.

Finalmente, el Banco Central señala que el entorno de riesgos que enfrenta el sistema financiero local “releva la importancia de contar con un colchón de capital previamente constituido por parte de la banca, que aumente su capacidad para enfrentar shocks y que pueda ser liberado al concretarse un evento de estrés financiero, lo que ayudaría a mitigar sus impactos en la provisión del crédito a hogares y empresas”.