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Argentinos sufren el consumo más bajo de carne vacuna en 26 años: restringen asados y optan por pollo

02 noviembre 2024 | 07:20

En época de bolsillos ajustados, dos informes muestran una caída sostenida en la ingesta de carne de vacuno, un emblema del país trasandino. La comparación de los precios y hábitos de su población con la de Chile.

Argentina, tierra famosa por la calidad y oferta de su carne de vacuno, enfrenta el peor registro de consumo en 26 años: 46,8 kilos per cápita en los primeros nueve meses de 2024, lo que se traduce en una disminución del 11,3% respecto al mismo período de 2023. En paralelo, una encuesta reveló que el 83% de los trasandinos redujo la compra de un producto habitual de sus compras cotidianas, liderando la tabla la carne de res. ¿El reemplazo elegido? Pollo: más barato y líder en los consumos de proteína animal de Chile.

“El consumo aparente de carne vacuna per cápita promedió 46,8 kilos por persona en los primeros nueve meses de 2024, lo que representa una disminución del 11,3% respecto al mismo período de 2023, equivalente a una baja de 6,6 kilos por habitante”, indicó la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra) en su reciente informe, que subraya que es el nivel más bajo de los últimos 26 años.

A pesar de lo magro que resulta el dato, en la comparación interanual se destacó la desaceleración del ritmo de aumento del precio promedio de los cortes vacunos relevados (carne molida, paleta, cuadril [picana], nalga [posta], hamburguesas congeladas) que llegó a 152,1% en el noveno mes del 2024.

En septiembre, el nivel general del Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires, medido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), había subido 3,7% y la variación interanual se había ubicado en 214%, registrando una nueva desaceleración por quinto mes consecutivo (en abril había llegado a un máximo de 292,2% anual). Por lo tanto, el incremento de la carne se ubicó 61,9% por debajo en comparación.

Exportaciones de carne argentina se mantienen sanas

La caída del consumo interno en Argentina no se traduce de igual manera fuera de las fronteras. De acuerdo con la Ciccra, en cuanto a las exportaciones, la industria frigorífica vendió en el exterior 689,8 mil toneladas res con hueso (r/c/h) de carne vacuna en los primeros nueve meses de 2024, es decir, un 7,8% más que en enero-septiembre del año pasado por un incremento de 50,0 mil tn r/c/h.

Las cifras toman otra dimensión al considerar lo reflejado por el último informe de la consultora Moiguer “Social Mood” (humor social), que abarca el tercer trimestre de este año (julio, agosto y septiembre) en un universo de encuestados en los conglomerados de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Salta: el 83% de los consultados redujo la compra de un producto habitual de su cotidianeidad.

Para ser precisos, el 45% de los encuestados contestó haber dejado de consumir el mismo nivel de carne vacuna, el 41% los snacks y las papas fritas, otro 41% los postres y helados, un 40% los yogures y el 39% los chocolates.

Pollo en reemplazo del vacuno: la nueva tendencia en la tierra de las vacas

Lo curioso se dio en la incorporación de algún nuevo producto: después del 33% que marcaron los productos de limpieza “sueltos” (líquidos y polvos de marcas alternativas que se consiguen en comercios de barrio y ferias), sigue la carne de pollo con el 33% de las respuestas positivas. Es decir, la carne aviar está funcionando como reemplazo para la bovina por lo barata que resulta en comparación.

Un estudio elaborado por Franco Ramseyer y Emilce Terré para la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyecta un panorama también de caída de consumo hacia fines del 2024. El consumo de carne bovina, aviar y porcina llegaría a sumar 105,7 kg por habitante al año, siete kilos menos en comparación con el promedio de los últimos diez años, que es de 112,8 kg.

Este año, por primera vez, el habitante promedio de Argentina consumiría la misma cantidad de carne vacuna que de pollo: 44,8 kg de cada una, lo que representaría una participación del 84% en el consumo total. El restante 16% quedaría para la carne porcina. Así, la proporción de carne bovina caería un 3,5% respecto al 2023.

En las mesas de Chile, el panorama es bastante diferente al de Argentina. En un informe de la Asociación de Exportadores de Carnes de Chile A.G., ChileCarne, basado en datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y Aduana, durante 2023 se consumieron principalmente 33,5 kilogramos de pollo per cápita (41,6%), 25,3 kg de vacuno (31,4%) y 18,1 kg de cerdo (22,5%). En menor medida, carne ovina y pavo.

Más allá de la tradición cultural y culinaria, los precios influyen en la tendencia de consumo. Históricamente, Argentina gozó de precios más accesibles en la carne de res producida en sus propias tierras, distinto a Chile que mayormente importa esos cortes tanto del país trasandino como de Paraguay y Uruguay. De esta forma, el vacuno puede llegar a ser hasta un 215% más caro en Chile.

Comparaciones de precios de la carne argentina

Para comparar, en los supermercados Jumbo -que tienen presencia de los dos lados de la cordillera- el kilo de nalga feteada sale en Argentina unos 5.800 pesos chilenos, versus la posta negra (su equivalente en Chile) que trepa a 13.500 pesos chilenos.

No se puede decir lo mismo sobre el pollo: el kilo de pechuga fresca cuesta en Argentina $5.900 chilenos (7.699 argentinos), mientras que en Chile se consigue a $4.401 (5.700 argentinos), es decir, un 25,4% más barato que al otro lado de la cordillera.