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Exejecutivo petrolero de Connecticut es declarado culpable por sobornar a funcionarios de Petrobras en Brasil con más de un millón de dólares a lo largo de ocho años para obtener contratos lucrativos para dos empresas de materias primas en el estado. Glen Oztemel, de 64 años, fue acusado de violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y de lavado de dinero, tras pagar sobornos a través de un intermediario a funcionarios de Petrobras, incluido Rodrigo Berkowitz. Los pagos, disfrazados como honorarios y comisiones de consultoría, eran parte de una red de corrupción que involucraba lenguaje codificado y empresas fantasmas para ocultar las transacciones. Oztemel enfrenta posibles penas de prisión de hasta 20 años por blanqueo de dinero y conspiración, mientras que su hermano se declaró culpable en junio y el intermediario está bajo arresto en Francia.

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Un jurado de Connecticut (Estados Unidos) declaró culpable a un exejecutivo petrolero acusado de sobornar con más de un millón de dólares a funcionarios brasileños de Petrobras a lo largo de ocho años y de blanquear dinero a cambio de contratos para dos empresas de materias primas en ese estado.

Según un comunicado de la Fiscalía federal, Glen Oztemel, residente de Connecticut, fue declarado culpable de conspirar para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, siglas en inglés), conspirar para cometer lavado de dinero, así como tres cargos de violación de la FCPA y dos cargos de blanqueo de dinero.

“Sobornar a funcionarios públicos para obtener negocios socava el estado de derecho y genera competencia desleal. El veredicto de hoy reafirma el compromiso de la División Penal de combatir la corrupción extranjera que viola la ley estadounidense”, indicó su directora, la fiscal Nicole M. Argentieri.

La nota revela que, según la evidencia presentada durante el juicio, Oztemel, de 64 años, trabajó entre 2010 y 2018 en Arcadia Fuels y Freepoint Commodities y con la ayuda de cómplices pagó sobornos a funcionarios de Petrobras para obtener y conservar contratos lucrativos para ambas empresas.

Los sobornos también buscaban obtener información confidencial sobre el negocio del combustible para calefacción.

También hicieron que Arcadia y Freepoint hicieran pagos -disfrazados de supuestos honorarios y comisiones de consultoría- a un intermediario y agente externo, Eduardo Innecco.

Lenguaje codificado

La Fiscalía cree que Oztemel y sus cómplices sabían que Innecco pagaría parte de esos fondos a los funcionarios brasileños, incluido Rodrigo Berkowitz, radicado entonces en Houston (Texas).

Para ocultar lo que hacían, usaron un lenguaje codificado, con “desayuno” y “desviación de carga” para referirse a los sobornos, y a través de cuentas de correo electrónico personales, aplicaciones de mensajes encriptados, teléfonos desechables y nombres ficticios.

En total, Oztemel pagó más de un millón de dólares en sobornos, que fueron divididos entre Berkowitz y otros funcionarios de Petrobras en Brasil, señala la Fiscalía.

Ese dinero del soborno fue trasladado a empresas fantasmas en todo el mundo controladas por Innecco, que luego realizó los pagos a una cuenta bancaria en Uruguay controlada por el padre de Berkowitz.

Oztemel enfrenta una condena máxima de cinco años de prisión por cada uno de los cargos relacionados con la FCPA y 20 años por cada uno de los cargos de blanqueo de dinero y de conspirar para el blanqueo.

El hermano de Oztemel, Gary Oztemel, involucrado en el caso, se declaró culpable de blanqueo de dinero en junio de este año.

En mayo de 2023, Innecco fue arrestado en Francia y su extradición a Estados Unidos está pendiente.