En medio de su gira presidencial por Estados Unidos para participar de la Cumbre de la ONU en Nueva York, el presidente argentino Javier Milei volvió a reunirse con el magnate y director ejecutivo de Tesla, Elon Musk.
Se trata de la tercera vez que se encuentra con el empresario, con quien demostró en distintas oportunidades que mantiene un buen vínculo.
El encuentro, que se extendió durante casi dos horas, se llevó a cabo en el hotel The Langhman, ubicado en la Quinta Avenida.
También participaron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el ministro de Economía, Luis Caputo; el embajador de la Argentina ante los Estados Unidos, Gerardo Werthein; y el jefe del Consejo de Asesores del Presidente, Demian Reidel.
Según informaron desde el Gobierno trasandino, la discusión giró en torno a la política de promoción de inversiones de la gestión de Milei, incluido el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI).
Conforme a medios argentinos, Musk afirmó en la cita que sus empresas “están buscando activamente formas de invertir y apoyar a Argentina”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, destacó en tanto lo siguiente desde las redes sociales: “Gran reunión con Elon Musk: conversaron sobre el proceso de desregulación que se está llevando adelante, de todos los detalles del RIGI, de las implicancias de la Ley Bases y del camino que está recorriendo la Argentina en su regreso a la normalidad”.
En una de las fotos que se difundieron del encuentro, el propietario de X (antes Twitter) lució una gorra con la insignia “Make America Great Again”, el slogan del candidato presidencial republicano Donald Trump.
Además, los presentes posaron con los pulgares hacia arriba.
Ayer lunes, Milei disertó ante inversores tras la apertura de la jornada bursátil en la Bolsa de Valores en Nueva York, desde donde aseguró que no está “dispuesto a sacrificar el déficit fiscal”.
Sumado a eso, hizo sonar la campana en Wall Street que da inicio a las operaciones.
“Al momento de arribar al gobierno, la Argentina estaba al borde de lo que hubiera sido la peor crisis de su historia y combinaba los elementos de las tres más grandes crisis de la historia argentina”, planteó.
Asimismo, y a pesar de las críticas contra la magnitud del ajuste que impulsa, prometió: “No estoy dispuesto a sacrificar el déficit fiscal”.