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En el marco del cuarto Foro Regional de Desarrollo Económico Local de América Latina y El Caribe, expertas señalaron la importancia de abordar la desigualdad de género en el sector de los cuidados, donde las mujeres dedican tres veces más tiempo que los hombres, lo que afecta su autonomía económica en la región. Destacaron la necesidad de políticas públicas que regulen este sector y herramientas de empoderamiento, como las nuevas tecnologías. Se resaltó la contribución significativa de las mujeres en la economía, especialmente en zonas rurales, donde su trabajo no es valorado adecuadamente. Además, se abordaron las brechas étnico-raciales y digitales que enfrentan las mujeres, enfatizando la importancia de su participación en áreas relacionadas con la ciencia y la tecnología para liderar el crecimiento económico.

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Las actividades relacionadas al sector de los cuidados, donde las mujeres dedican el triple de tiempo que los hombres, afectan directamente a su autonomía económica en Latinoamérica, donde encontrar una solución a esta problemática es “una prioridad fundamental” para alcanzar la igualdad.

Así lo expresó este martes a los medios Fabiana Goyeneche, directora de la división Relaciones Internacionales y Cooperación de la Intendencia de Montevideo, en el marco del cuarto Foro Regional de Desarrollo Económico Local de América Latina y El Caribe.

“A día de hoy para las mujeres es sumamente difícil conciliar su vida laboral y su vida productiva, con los cuidados, con las tareas que involucran el cuidado familiar y de la casa. Esa conciliación hace que para las mujeres siempre sea mucho más difícil”, expresó.

En el panel titulado ‘Autonomía económica y empoderamiento de las mujeres’ participaron expertas de distintos países de la región para señalar la importancia de la creación de políticas públicas que regulen el sector de los cuidados, así como herramientas de empoderamiento, como las nuevas tecnologías.

En este sentido, Sara Armella Rueda, presidenta de la Asociación de Concejalas y Alcaldesas de Bolivia, destacó que, en las zonas rurales de su país, muchas mujeres contribuyen significativamente a la economía a través de la producción agrícola, la crianza de ganado y el cuidado de sus familias, esfuerzo que no es “debidamente valorado”.

Asimismo, señaló que el trabajo de las mujeres tampoco se reconoce en el ámbito político.

En tanto, Lourdes Martínez, especialista en autonomía económica de mujeres afrodescendientes, habló sobre las brechas étnico-raciales que existen.

“Las jóvenes afrodescendientes tienen una temprana y amplia demanda en el sector de los cuidados como consecuencia de la división sexual y racial del trabajo, de alguna manera como impacto del período colonial y el cambio cultural”, apuntó.

Por su parte, Magdalena Furtado, Responsable de ONU Mujeres para Argentina y Uruguay, destacó tres brechas digitales para las mujeres: la que supone un menor acceso a dispositivos y a internet, la brecha de habilidades digitales y la de producción tecnológica, un área que, explicó, está “muy masculinizada”.

“Sin embargo, la brecha en cuanto al conocimiento y la generación de habilidades digitales ha impulsado la creación de programas de intervención que brindan esas habilidades digitales a mujeres para que puedan mejorar sus emprendimientos o mejorar sus aportes económicos”, puntualizó.

Por último, subrayó: “Es importante que las empresas se involucren en que haya más mujeres en este tipo de áreas relacionadas con la ciencia y la tecnología, porque además son las que lideran el crecimiento económico de un país”.