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El Consejo del Banco Central decidió, en su reunión de julio, mantener la Tasa de Política Monetaria en 5,75%, tras una serie de reducciones desde julio de 2023 que la llevaron a un máximo de 11,25%. Sin embargo, se llegó a considerar un posible recorte de 25 puntos base que habría dejado la TPM en 5,5%. La decisión de mantener la tasas se tomó como "cautela" ante presiones inflacionarias por el descongelamiento de tarifas eléctricas y las revisiones al alza de la misma en el corto plazo. Si bien en EEUU La economía seguía recuperándose, se deben monitorear riesgos como la debilidad económica china y la actividad por debajo de lo previsto en Chile. A pesar de riesgos contrapuestos en la evolución de precios, se optó por la cautela y la espera, considerando también que bajar la tasa ahora dejaría menos espacio para el resto del año.

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Desde julio del 2023, el Consejo del Banco Central vino reduciendo la Tasa de Política Monetaria (TPM) que alcanzó un máximo de 11,25%. Sin embargo, en su última reunión del mes pasado decidió poner pausa y mantener los tipos sin variaciones en el 5,75%.

La decisión era esperada por analistas, teniendo en consideración las presiones inflacionarias surgidas por el descongelamiento de las tarifas eléctricas y los cambios que traerían para la trayectoria hacia un IPC del 3% anual.

A ello se une el menor diferencial de tasas con Estados Unidos, donde la Reserva Federal aún no mueve su tasa pero las proyecciones y declaraciones de personeros de la Fed apuntan cada vez más a una caída en septiembre.

Sin embargo, a pesar que la decisión del ente emisor local fue unánime, sí se barajó la alternativa de un recorte de 25 puntos base, que habría dejado a la TMP en 5,5%, según consigna la Minuta de la última reunión, la cual fue liberada ese viernes.

Minuta de la última reunión del Banco Central

En líneas generales, el Consejo consideró que las noticias que surgieron desde la última reunión no se desvían de las tendencias del Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio.

La economía seguía recuperándose, mientras que el impacto del alza en las tarifas de luz sería “significativo, pero transitorio”, apara la inflación, añadido una mejora de las perspectiva de inversión.

Sin embargo, hubo ciertos aspectos que tendrían que ser analizados y monitoreados “cuidadosamente”.

Riesgos a considerar

Por un lado, el precio del cobre ha respondido fuertemente a la debilidad de la economía china.

“De persistir, la economía chilena podría tener un menor impulso externo que lo contemplado en el IPoM, pues el precio del cobre era uno de los factores que habían incidido en el ajuste de las proyecciones, no solo por la incidencia en la inversión minera, sino también por sus consecuencias en las expectativas y el consiguiente efecto en el gasto de los hogares”, consigna el Banco Central en su minuta.

Dentro de Chile, los datos parciales del segundo trimestre apuntan a una actividad por debajo de lo previsto, lo que respondería más a unos factores puntuales; mientras que la demanda interna está, relativamente, en línea con las expectativas.

Por el lado de la inflación, tanto la baja del peso chileno y que “los subsidios asociados al alza de las tarifas eléctricas no se considerarán en el cálculo del IPC por parte del INE, elevaban la inflación prevista para el período comprendido entre el segundo semestre de 2024 y la primera mitad de 2025”.

¿Bajar o no bajar la tasa?

En todo este contexto, es que el Consejo del Banco Central sostuvo que existen riesgos relevantes y con efectos contrapuestos en la evolución de los precios.

Mientras que una actividad más baja traería menores presiones inflacionarias, el alza de tarifas eléctricas deja un panorama contrario en el corto plazo.

Con todo, “ninguna de las dos situaciones de riesgo parecía inminente ni dominaba sobre la otra””, destacando que aunque la actividad era menor de lo esperado, esto no sucedía respecto a la demanda.

Así, todos los Consejeros confirmaron que la economía en general, evoluciona según el escenario central del IPoM de junio, por lo que se barajaron dos opciones: mantener la TPM o bajarla 25pb.

Ambas fueron consideradas compatibles. Sin embargo, “había espacio para privilegiar la cautela y esperar al siguiente Informe con más antecedentes y una revisión de las perspectivas de mediano plazo”, también pensando en que bajar la tasa ahora dejaría menos “espacios para el resto del año”.

Por todo lo mencionado anteriormente, es que se decidió poner pausa a la bajada de tipos y mantenerla, por unanimidad, en 5,75%.