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El Gobierno ruso extendió la prohibición de exportación de gasolina hasta finales de 2024 para mantener la estabilidad de los precios del combustible durante la alta demanda y las reparaciones en las refinerías del país. Esta medida, que no afecta a la ayuda humanitaria ni a los acuerdos intergubernamentales, busca proteger el mercado interno y ha demostrado efectividad en el pasado al reducir los precios del combustible en Rusia. La decisión fue respaldada por el viceprimer ministro Alexandr Novak, quien considera que limitar las exportaciones garantiza la estabilidad del mercado ruso.

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El Gobierno ruso prorrogó este miércoles la prohibición de exportación de gasolina, que debía finalizar el próximo 1 de septiembre, hasta fines de 2024, para garantizar la estabilidad de los precios del combustible en Rusia durante la temporada de alta demanda y las reparaciones planificadas en las refinerías rusas.

“Del 1 de septiembre al 31 de diciembre de 2024 continuará vigente la limitación temporal de exportaciones de gasolina. El correspondiente decreto ya fue firmado”, señaló el Gabinete de ministros ruso en un comunicado.

El Gobierno explicó esta decisión con la necesidad de “mantener la situación estable en el mercado del combustible durante el período de alta demanda y las reparaciones planificadas en las refinerías”.

El embargo, añadieron las autoridades, no afecta al combustible que sale del país con fines de ayuda humanitaria o para consumo personal de los ciudadanos, ni se extiende a los suministros contemplados en los acuerdos intergubernamentales, incluyendo los países de la Unión Económica Euroasiática.

El Gobierno recalcó que en la actualidad no es necesario un embargo de diésel, al igual que en los meses anteriores.

Protección al mercado ruso

En julio pasado, el viceprimer ministro y responsable del sector ruso de los hidrocarburos, Alexandr Novak, defendió la prohibición de las exportaciones de gasolina junto al incremento de la producción de este carburante, al asegurar que esto garantiza la estabilidad del mercado ruso.

Rusia vetó la exportación de gasolina y diésel en septiembre del año pasado, ya que el incremento de los precios del combustible en el mercado internacional estimuló a las empresas rusas a elevar las exportaciones, lo cual provocó, junto a la progresiva depreciación del rublo provocada por la guerra en Ucrania, un alza de los precios.

La medida surtió el efecto esperado y provocó una caída considerable de los precios de la gasolina y el diésel en la mayoría de las regiones rusas, lo que permitió al Gobierno reanudar las exportaciones de diésel en octubre y las de gasolina en noviembre.

Posteriormente, el Gobierno ruso volvió a prohibir en febrero pasado las exportaciones de gasolina (no así las de diésel), medida que levantó en mayo pasado.

Sin embargo, los precios de la gasolina en el marcado interno han mostrado una tendencia al alza desde junio pasado y se han acercado a los niveles récord de 2023 que provocaron la imposición de prohibiciones de exportación, por lo que las autoridades rusas restablecieron el veto a partir de agosto.