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La industria funeraria estatal de China se ha convertido en el nuevo blanco de las investigaciones anticorrupción, con una serie de casos abiertos en todo el país, incluyendo detenciones y medidas disciplinarias contra directivos y funcionarios. Según informa el diario South China Morning Post, las funerarias, supervisadas por autoridades civiles, son consideradas un terreno propenso a la corrupción. Se han revelado casos de cobros indebidos, venta de urnas a precios excesivos, certificados falsos y prácticas ilegales, lo que ha llevado a la destitución de Lu Wanjun, director de una funeraria en Jilin. Estas acciones se suman a la campaña anticorrupción liderada por el presidente Xi Jinping, dirigida a diversos sectores y que ha sido objeto de críticas por su supuesta motivación política.

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La industria funeraria estatal de China se ha convertido en los últimos meses en el último objetivo de las investigaciones anticorrupción del país, según recoge este martes la prensa local.

En los últimos meses, se han abierto una serie de casos a lo largo del país, informa el diario hongkonés South China Morning Post, como la detención el pasado viernes de Zhang Duo, de la funeraria del distrito de Panji en la provincia oriental de Anhui, como “sospechoso de graves violaciones de la disciplina y la ley”.

La mayoría de las funerarias de China están gestionadas bajo la supervisión directa de las autoridades de asuntos civiles, lo que las convierte en “terreno fértil para la corrupción”, según el rotativo, que recoge otros casos como las investigaciones abiertas contra directivos de la funeraria municipal de la ciudad de Wuhu, en esa misma provincia.

Asimismo, funcionarios de la provincia nororiental de Liaoning también ha sido “objeto de medidas disciplinarias” el pasado mayo una vez que los clientes acusaron a algunas funerarias de pedir “propinas ilegales”.

Todos estos casos fueron destapados por los medios estatales del país, según South China Morning Post.

También en el noroeste, en la provincia de Jilin, Lu Wanjun, director de la funeraria del condado de Huinan, fue despojado de su afiliación al Partido Comunista de China (PCCh) por cobrar a las familias por servicios que nunca se prestaron.

Lu fue entregado a los fiscales penales y se enfrentará a un juicio, según el periódico.

Además, docenas de oficinas de asuntos civiles, desde Wanzhou, en el suroeste, hasta Qidong, en el este, han convocado reuniones para intentar “rectificar irregularidades en la industria funeraria”.

Más irregularidades

Ya en 2015, la prensa estatal destapó varios casos de corrupción de funerarias que ganaban dinero extra vendiendo urnas a precios excesivos mientras los funcionarios de asuntos civiles a cargo se llevaban una parte de las ventas.

También se descubrió que algunas funerarias habían entregado certificados de cremación falsos o que permitían a la familia del fallecido enterrar el cuerpo, una práctica tradicional ahora prohibida en la mayor parte del país debido a la limitada disponibilidad de terrenos.

Xi pidió el pasado enero “redoblar” la lucha contra la corrupción que, según el mandatario, ha cosechado “una victoria abrumadora”, si bien auguró más castigos porque “la situación es todavía grave”.

Además de sectores como el financiero, la campaña actual de Xi apunta a ámbitos tan diferentes como el deportivo, el tabacalero y el farmacéutico, entre otros, en medio de las sospechas por parte de algunos expertos de que las acusaciones forman parte de una estratagema para acabar con sus críticos y rivales.